J. M. RODRÍGUEZ
Deporte y apuestas

La manipulación de apuestas corrompe el tenis modesto

Los torneos Futures y Challenger, en el foco de los investigadores. Futbolistas de Segunda B y Tercera sobreviven con pequeñas pujas en serie

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El pasado 1 de diciembre el grupo de fraude económico y blanqueo de capitales de la Guardia Civil detuvo a 34 personas implicadas en amaño de partidos y apuestas ilegales llevadas a cabo en 12 provincias españolas en torneos de tenis de segundo rango, los conocidos como «Futures», y que explotaban a tenistas jóvenes a cambio de cometer un fraude: dejarse ganar o, al menos, manipular los partidos para favorecer a las mafias del juego. Esa línea roja que separa la ética de la legalidad se ha convertido, al decir de las fuentes consultadas por ABC, en «la punta del iceberg» de un problema relacionado con la corrupción en el tenis de tercera división. Los investigadores y las autoridades deportivas han puesto el foco en este segmento del tenis, ya que el volumen de denuncias, alertas y, sobre todo, monitorizaciones de las casas de apuestas superan «con mucho» a los avisos procedentes del fútbol modesto, la otra fuente de amaños en el deporte español.

Los torneos Futures son el último escalón del tenis profesional. Están por delante los Challengers, ATP 250, ATP 500, ATP Masters 1.000 y los célebres cuatro gigantes del Grand Slam. Los Futures son una especie de certámenes promocionales. Reparten una escasa cuantía económica en premios entre los jugadores (oscila de 25.000 a 15.000 dólares según la categoría) y pocos puntos para el ranking ATP (entre 35 y 18 para el ganador).

Su organización depende de la Federación Internacional (ITF) y no de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). Y hay una pila de torneos por todo el mundo: 32 en enero, 43 en febrero, 62 en marzo... hasta un total de 376 durante todo el año. La ITF exige a los organizadores de un Futures con premios de 25.000 dólares que se celebre otro torneo con las mismas características en el mismo país en la semana anterior o en la siguiente. Este mes de marzo se han disputado en España tres certámenes Futures, en Jávea, Reus y Madrid. Durante 2016 se jugaron 39 Futures masculinos en suelo español.

Detalles comunes

Casi todos estos torneos tienen algunos elementos comunes. No se disputan en macropabellones o grandes recintos, sino en pistas de clubes locales, muchas veces sin gradas y casi siempre con poco público. Familiares, curiosos y ojeadores. Suelen tener poca resonancia en los medios y están concebidos para dar impulso a los tenistas más jóvenes.

Las autoridades españolas han percibido un incremento sin igual en este deporte y en estos torneos respecto a apuestas manipuladas o amaño de partidos. «El asunto solo concierne a dos personas. Es más fácil poner de acuerdo a dos jugadores que a 22, como en el fútbol», aseguran las fuentes consultadas por ABC.

Desde que la ITF incluyó a los Futures en el circuito internacional de las casas de juego online, las alertas han saltado en los organismos españoles con competencias sobre la maeria. La Dirección General de Ordenación del Juego, dependiente del Ministerio de Hacienda, avisa según salta el protocolo que funciona en la UEFA o la Liga de fútbol. El BFDS (Betting Fraud Detection System) o sistema de monitorización de las apuestas.

Las casas de juego activan una alerta cada vez que detectan alguna desviación anormal en un partido. Cuando algún encuentro varía sustancialmente la cuota (reparto de dividendos por acierto) aparecen los indicios de manipulación. Lo que convierte al tenis en un deporte de riesgo para los investigadores es que se puede apostar por todas las variables del juego: servicios ganados o perdidos, juegos, breaks (ruptura de juego), sets y partidos. Una tentación para los tenistas, al decir de las fuentes conocedoras del caso, ya que si un jugador puja a través de terceros en su propio partido se trata de una mera infracción administrativa. Otro asunto diferente es el amaño de partidos, considerado un delito penal de corrupción entre particulares.

El único sistema de detección conocido (el BDFS) de fraude relacionado con las apuestas y los amaños ha puesto en alerta al Gobierno. Se han destinado más efectivos entre las fuerzas de seguridad para tratar de frenar la expansión de esta mancha. «El tenis está mucho más corrompido que el fútbol», señalan las fuentes consultadas.

En el fútbol modesto, en Tercera más que en Segunda B, funciona el menudeo. La repetición en serie de algo durante mucho tiempo. Hay ya bastantes casos conocidos de intento de amaño de partidos en los que intervienen mafias asiáticas. Encuentros que en España provocan una atención local o, como mucho regional, generan sin embargo un enorme flujo de millones en las casas de juego en China, Malasia o Indonesia.

Las autoridades españolas han detectado el picoteo constante de muchos futbolistas en las casas de apuestas a través de familiares o amigos. Una práctica que consiste en la táctica de la hormiga, el partido a partido. Futbolistas que apuestan pequeñas sumas de dinero a variables del juego (saques de esquina, faltas, tarjetas...) en las que pueden aportar una intervención directa y con lo que logran un sobresueldo superior a veces a los 2.500 euros al mes.

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