Dopaje

Kenia y Jamaica, en la lupa

El campeón olímpico de disco, Robert Harting, reclama que también se investigue a fondistas y velocistas

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Los prohombres del atletismo inclinan la cabeza y asienten, como quien da el pésame en un entierro. No quedaba más remedio, dicen desde Estados Unidos, respecto a la condena pública de Rusia, suspendido su atletismo para concursar sus deportistas en cualquier competición u organizar sus federaciones cualquier cita por un dopaje de Estado desvelado por la Agencia Mundial Antidopaje. Rusia se despierta bajo el efecto del shock y promete, cual alumno aplicado, una hoja de ruta en la regeneración de su corruptela antes de que lo eliminen definitivamente de los Juegos Olímpicos de Río. Pero hay quien va más allá. Robert Harting, el campeón olímpico de disco, puso la lupa en el foco de muchas sospechas generalizadas en el atletismo: Kenia y Jamaica.

«Se ha descubierto a Rusia y ahora tenemos la misma investigación por hacer con Kenia y Jamaica», apuntó Harting sin miramientos. «Son casos muy problemáticos en el atletismo de hoy», añadió al Frankfurter Allgemeine Zeitung. «Tenemos que dar un nuevo enfoque a la lucha contra el dopaje y conseguir que los atletas se involucren en los círculos de corrupción para descubrir la trampa».

El demoledor informe de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) sobre la trama rusa indicaba que ni este era el único país afectado por la lacra del dopaje ni el atletismo el único deporte. Unas horas antes de que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) suspendiese a los rusos, el gobierno de Kenia anunció la creación «inmediata» de una agencia nacional antidopaje.

Kenia era hasta ayer un islote en el océano de la reglamentación internacional. Un verso suelto en el atletismo. La nueva agencia promete «llevar a cabo controles de dopaje en el país, promover la integridad y evitar el dopaje en el deporte». También «la supervisión de procesos judiciales relacionados con el dopaje y desarrollar e implementar normas y reglamentos antidopaje». Con las barbas del gigante ruso a remojo, Kenia asegura ahora que quiere «cooperar» con la Agencia Mundial Antidopaje.

El aviso de la AMA

No parece, sin embargo, que esta nueva actitud vaya a suavizar el talante firme que ha mostrado la AMA. Su presidente, Dick Pound, ya advirtió sin rodeos a principio de semana que «Kenia tiene un problema. Si no trabajan en serio contra el dopaje, creo que alguien lo hará por ellos». Pound citó como argumento de su aviso el reportaje de la televisión alemana ARD que destapó el caso ruso y que también aludía a las sospechas en el atletismo keniata.

El atletismo es el deporte rey y la joya de la corona en Kenia. El país africano conquistó dos títulos olímpicos y once medallas en Londres 2012. Pero arrastra una leyenda negra: más de treinta casos positivos de atletas suspendidos por dopaje desde 2012. El ministro de deportes ruso, Vitali Mutko, contraatacó con una afirmación de alcance: «Desde 2008 la IAAF ha tapado 155 positivos y solo 10 eran rusos».

No solo se trata de sospechas. La estrella del maratón, Rita Jeptoo, fue sancionada en enero durante dos años tras dar positivo por EPO. Las velocistas Koki Manunga (400 metros vallas) y Joyce Zakary (400 m.) dieron positivo por nandrolona en el pasado Mundial de Pekín, competición que Kenia terminó en primera posición del medallero (siete oros, seis platas y tres bronces).

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