El Tour engulle a otro líder

El Tour nunca espera por nadie. Es así desde 1903 y se ha repetido durante más de cien años. La presente edición se distingue por la jerarquía de sus ganadores y por la volatilidad de los líderes. Rohan Dennis, FabianCancellara, Chris Froome, Tony Martin... Con el aleman Martin parecía que había maillot amarillo para días, ya que nunca lo había logrado el eterno campeón del mundo contrarreloj, pero la ley del Tour se impuso una vez. También cayó Tony Martin, quien es muy probable que hoy no salga. En Le Havre se impuso otra estrella en ciernes, el checo Zedenek Stybar.

Las apariencias siempre engañan en el Tour. La tranquilidad es falsa, no existen etapas de transición, nada es lo que parece en esta primera semana de estrés y confusión que, probablemente, deje más diferencias en la clasificación que los Pirineos o los Alpes.

Venía el día tranquilo, una escapada sin mayor predicamento que el ascenso del eritreo Teklahaimanot al maillot de puntos de la montaña, un pelotón estructurado en los últimos 20 kilómetros (cinco o seis filas, una para cada equipo) y una fuga muerta con la meta a la vista.

Ahí, en las calles de Le Havre, Tony Martin se abrió hacia la derecha en un giro inesperado y tiró, entre otros, a Vicenzo Nibali, el último ganador del Tour, Nairo Quintana, que recibió puntos en un codo, y Chris Froome, que sufrió un pequeño rasguño en la rodilla. El italiano reemprendió la marcha en la zona de seguridad de los tres últimos kilómetros (donde no cuentan los tiempos), pero Martin se quedó tirado contra la valla. Al intentar volver a la bici, no pudo apoyar la mano izquierda en la montura. Lo tuvo que hacer en su auxiliar. Mal síntoma y peor postura en su vía crucis hasta la meta, junto a cuatro compañeros del Etixx que lo ayudaron. Fractura de clavícula y adiós al Tour. Segundo líder que abandona, después de Cancellara.

En Le Havre, Stybar sucedió a Cipollini (último vencedor en 1995). El checo de poderosa planta y mejor palmarés lanzó el sprint por delante de todos los podenocos, el primero de ellos Peter Sagan. El eslovaco era el mirlo blanco que sedujo a todos un día y que a fuerza de ser segundo, está perdiendo el aura irresistible que portaba.