El Juli, en la Feria del Pilar
El Juli, en la Feria del Pilar - EFE

La Fiesta de los toros triunfa en una temporada de muchos ataques

Las figuras del toreo mantienen su posición frente a la ilusionante irrupción de los nuevos valores

MADRID Actualizado: Guardar
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Como definió con claridad Ortega y Gasset, la Tauromaquia es un espejo que refleja fielmente el estado de nuestra sociedad. En un año tan convulso para España, no puede sorprender que la Fiesta haya vivido tantos ataques, justamente por su carácter de española. A ello se une cierto animalismo mal entendido, empeñado en olvidar que, sin las corridas, el toro bravo, como especie, simplemente no existiría. La ignorancia y el sectarismo de muchos ayuntamientos populistas, patente en temas tan graves como la valoración de la Hispanidad y de la Monarquía, ha encontrado en los ataques a la Tauromaquia una manera de convertirse en noticia y de dar satisfacción a sus aliados antisistema.

Perera sufrió una brutal cornada
Perera sufrió una brutal cornada - PALOMA AGUILAR

NUEVAS ESPERANZAS

Al finalizar la temporada, se abren, en medio de las nubes, algunos rayos de esperanza muy concretos:

1. Si las figuras acceden a «abrir» los carteles, puede darse una interesantísima competencia con los jóvenes, que vienen apretando: López Simón, Garrido, Roca Rey, Ginés Marín...

2. Las recientes declaraciones de Morante a ABC, manifestando que quiere torear en Sevilla cinco tardes, abren un nuevo horizonte de expectativas para la Feria de Abril. (La habilidad de Joaquín Moeckel parece estar detrás de este anuncio). Sueñan ya algunos con un mano a mano entre Morante y Manzanares, para el Domingo de Resurrección. Y deberán decidir si abandonan ya su absurdo veto a Sevilla El Juli, Perera y Talavante.

3. El mismo Morante se ha querellado contra el antitaurino que lo insultó gravemente: una actitud de defensa jurídica que debería utilizarse más.

4. El anuncio de que el Ministerio de Educación prepara un título de Formación Profesional para los toreros (algo previsto en el Pentauro) puede dar una salida lógica y razonable a las Escuelas de Tauromaquia, librándolas de la dependencia de las subvenciones para instalarlas en la normalidad de la enseñanza de una manifestación artística, que forma parte de nuestro patrimonio cultural.

5. Algunos profesionales taurinos han anunciado la creación de un organismo para defender la Fiesta jurídicamente y en el terreno de la comunicación . ¡Ya era hora! Esperemos que se lleve a la práctica de modo eficaz.

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