Año Murillo: La Sevilla del pintor

El Año Murillo incluye un itinerario por los lugares más emblemáticos de la trayectoria profesional y personal del artista sevillano

Hospital de Los Venerables. M.J. OLMEDO

N. Ortiz

Dentro de la programación del Año Murillo , que conmemora el cuarto centenario del nacimiento del pintor sevillano, se ha puesto en marcha un itinerario que recorre los puntos de la ciudad que fueron clave en la trayectoria y en la vida del artista.

Antes de iniciar la ruta es recomendable hacerse con el pasaporte oficial de la efeméride. Con 28 páginas, el libreto continene información de los lugares visitables y un espacio para colocar los sellos de cada uno de ellos. El documento se entrega gratuitamente en la Casa Murillo , en la calle Santa Teresa, que ejerce también de punto de partida del itinerario. Allí, en el inmueble donde se ubicaba el obrador en el que el artista trabajó durante los últimos veinte años de su vida, comienza un recorrido que lleva a los visitantes por la Sevilla que Bartolomé Esteban Murillo vivió y pintó.

La segunda y la tercera parada son la Catedral de Sevilla y el Palacio Arzobispal, dos espacios en los que es posible apreciar la vinculación de Murillo con los valores religiosos. En la Catedral destacan originales de Murillo como los retratos de «San Isidoro», «Santa Justa», «San Fernando» y «San Leandro» , y uno de sus mejores cuadros, «La Inmaculada» pintada para la Sala Capitular catedralicia. El Palacio Arzobispal, por su parte, alberga una reproducción de «Virgen por el Niño» y el original «Inmaculada con Fray Juan de Quirós».

La siguiente parada es el Real Alcázar. Aunque Murillo no realizó ninguna pintura para él,s u producción artística está muy relacionada con este edificio en el que, además, se conserva una de sus pinturas, «San Francisco Solano y el toro» , que fue pintada para el Convento de San Francisco de Sevilla y, trasladado al Alcázar por las tropas napoleónicas.

Muy cerca se sitúa la Casa Lonja, actual sede del Archivo General de Indias. Allí se instaló la pionera Academia de Pintura fundada por Murillo y Francisco Herrera el Joven y, a día de hoy, alberga casi una veintena de reproducciones de las obras de Murillo, Herrera el Joven, Schut o Valdés Leal, entre otros.

En el Hospital de la Caridad , sexto punto del recorrido, pueden contemplarse seis obras originales de Murillo, entre las que destacan «Santa Isabel de Hungría cuidando a los tiñosos» y «San Juan de Dios transportando a un enfermo», así como 4 reproducciones de piezas originales del artista, que trabajó durante res años en las pinturas de la iglesia.

El desaparecido Convento de San Francisco, ubicado en la actual Plaza Nueva y en el que Murillo pintó su primer gran encargo durante dos años es la parada séptima del itinerario. A continuación se dirige hacia la Parroquia de la Magdalena , donde se encuentra la pila en la que fue bautizado Murillo el 1 de enero de 1618 y donde probablemente estaría situada, justo a la izquierda del ábside, la Casa Natal de Murillo.

Museo de Bellas Artes

El Museo de Bellas Artes, que alberga la muestra «Murillo y los capuchinos de Sevila» y la capilla de la Expiración de la Hermandad del Museo también forman parte del recorrido.

La Casa de los Pinelo, que actualmente acoge a la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla y a la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, acoge durante la efeméride una exposición de documentos y obras artísticas y literarias, tanto originales como reproducciones, relacionadas con el pintor sevillano.

La ruta continúa por el Hospital de los Venerables, institución con la que Murillo estuvo vinculado profesional y personalmente, a través de una gran amistad con su creador, Justino de Neve, y que alberga, entre otras, la obra «San Pedro Penitente de los Venerables» . La plaza de Santa Cruz, donde se ubicaba la iglesia del mismo nombre donde fue enterrado el pintor sevillano, y la iglesia de Santa María la Blanca, donde puede verse «La Santa Cena» y varias reproducciones, también forman parte de la Sevilla que vivió el esplendor del pintor.

La Casa de Pilatos , donde se pueden contemplar reproducciones de las Inmaculadas de Murillo; el Convento de San Leandro, para el que el artista pintó una serie de cuatro pinturas sobre la vida de San Juan Bautista y que alberga varias reproducciones; el Palacio de Dueñas, que acoge la obra «Retrato de Juan Antonio de Miranda y Ramírez de Vergara, perteneciente a la Fundación Casa de Alba, y el Convento del Carmen, también con varias reproducciones, dibujan el final del recorrido. Éste finaliza en el Monasterio de San Clemente, donde pueden contemplarse las reproducciones de «La Imposición de la casulla a San Ildefonso» y «La lactación de San Bernardo» .

Como complemento a este itinerario se ha puesto en marcha otro, «Las miradas de Murilo» , que propone al visitante conocer su obra a través de los temas que abordó: Los Niños, la Santa Infancia, la Inmaculada Concepción o Retratos, entre otros.

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