El selfie que Beatriz García Guirado dedica a ABC Cultural
El selfie que Beatriz García Guirado dedica a ABC Cultural - B. G. G
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Beatriz García Guirado: «Todos somos, en más de un sentido, unos tarados mentales»

Esta joven autora barcelonesa había publicado relatos en antologías de cuentos de editoriales pequeñas y en revistas, pero hasta ahora no había dado el salto a la liga de las «grandes». Lo hace con «El silencio de las sirenas», en Salto de Página

MADRID Actualizado: Guardar
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- ¿Cuáles son sus intereses como escritora?

- Me interesan las historias que tengan un componente psicológico y simbólico importante y donde lo que se cuenta y la propia estructura de la novela o el relato se complementen; esas novelas juego o laberinto, que a la vez tienen mucho que ver con la búsqueda. Y luego, claro, hay temas que me obsesionan y, me lo proponga o no, siempre aparecen -supongo que por mi propia necesidad de entender(me)-: la identidad, el fracaso y el «loser», el amor como una repetición, el absurdo. Sobre todo, el absurdo.

- ¿Y como lectora?

- Pues diría que un poco los mismos temas y juegos hipertextuales, pero también me gustan mucho las novelas filosóficas y aquellas historias que consiguen amalgamar lo peor y lo mejor del ser humano, incluso de manera indiferenciada.

Perversión, delirio y humor, que es imprescindible para no ahogarse y además denota inteligencia. Valoro que una historia me saque una carcajada y todavía más que luego no sepa si sentirme culpable o no de haberme reído.

- ¿Sobre qué temas suele escribir?

- Un poco lo que comentaba antes, historias acerca de la identidad, la pérdida, el peso del pasado familiar y la sensación de hastío vital, y de lo cotidiano como algo borroso envuelto de misterio y inquietud; y sobre todo, me gustan los personajes al límite, que rozan el delirio, y que a la vez son muy humanos, porque todos somos, en más de un sentido, unos tarados mentales.

- ¿Dónde ha publicado hasta el momento?

- He publicado relatos en antologías de cuentos de editoriales pequeñas y también en revistas, pero hasta ahora jamás había publicado en una editorial tan reconocida como Salto de Página, con un catálogo como para quitarse el sombrero. Abruma un poco, la verdad, publicar junto a autores que admiras.

- ¿Con cuáles de sus «criaturas» se queda?

- Porque no hace tanto tiempo que pasamos tres idílicos años tirándonos ambos de los pelos, Oless Svalbard, el protagonista de «El silencio de las sirenas», un hombre al que adoro pero con el que no quisiera tener ni tener una relación, y menos seria.

-Supo que se dedicaría a esto desde el momento en que…

- En el que me di cuenta de que, pese a que nunca nadie me publicase, ni tan siquiera leyese nada de lo que escribo, seguiría escribiendo porque no conozco mejor forma a la que dedicar mi vida.

- ¿Cómo se mueve en redes sociales?

- Fatal. Es decir, soy una persona más bien introvertida y un poco misántropa, y para mí es un coñazo total tener que estar comentando la jugada de lo que hago y dejo de hacer en todo momento. Eso no anima demasiado a que sigan mi Twitter, lo sé, pero en mi defensa debo decir que cuando hay algo que considero importante o me hace gracia, lo comunico. Hay que ser ecologista incluso en palabras.

- ¿Qué perfiles tiene?

- Facebook y Twitter, y también un Instagram fantasma.

- ¿Cuenta con un blog personal?

- Lo tenía cuando empecé a escribir la novela, pero pasaba tanto tiempo pensando lo que quería decir en el blog que al final desistí.

- ¿Qué otras actividades relacionadas con la literatura practica?

- Soy periodista. No sé si eso puede considerarse más o menos literatura, aunque yo creo que sí. También soy editora de la revista cultural «Láudano Magazine» ( www.laudanomag.com). Aparte de esto, estamos montando un club literario en Madrid un poco inspirado en el Club del Libro Atroz que se ha puesto en marcha en Barcelona, donde comentaremos las obras de autores que jamás se encontrarán en el lineal de un supermercado y porque por la originalidad, la temática y la profundidad de sus obras bien merecen que sean discutidas y disfrutadas.

- ¿Forma parte de algún colectivo/asociación/club?

- Este Club del Libro Atroz que comentaba y la gran familia disfuncional de Láudano. Y si entendemos los bares como colectivo de borrachos y lunáticos, también soy miembro.

- ¿En qué está trabajando justamente ahora?

- He empezado a trabajar en mi próxima novela; de momento estoy construyendo la estructura, cosa que me encanta y me desespera a la vez. Nunca podemos estar contentos del todo…

- ¿Cuáles son sus referentes?

- Me gusta el realismo sucio de Carver, Fante y los beat, y sobre todo por afinidades, autores arriesgados como Pavic, Alan Robbe-Grillet… y también soy bastante fan de Modiano, aunque se le acuse de escribir siempre la misma novela (será por eso que me gustan todas). Y los dos Miller, Henry y Arthur; y tengo un fetichismo extraño por «La conjura de los necios», que presumo que se debe a que soy un poco Ignatius.

- ¿Y a qué otros colegas de generación (o no) destacaría?

- Francisco Jota-Pérez, Colectivo Juan de Madre, Laura Fernández, Javier Calvo y también Marina Sanmartín, que son una inspiración y es un gusto leer sus libros.

- ¿Qué es lo que aporta de nuevo a un ámbito tan saturado como el literario?

- No sé, creo que eso debería responderlo un crítico. Yo jamás me he preguntado si lo que escribo aporta algo nuevo o no, y es más, considero que eso va en detrimento de la creatividad. Sin embargo, te puedo hablar de lo que algunas personas entendidas en literatura ha dicho de «El silencio de las sirenas»: que es una obra original y exigente, y que se aparta de los temas y el tipo de novelas que suelen publicarse hoy en día. No sé, será porque nunca me hice la pregunta de si estaba escribiendo algo novedoso…

- ¿Qué es lo más raro que ha tenido que hacer como escritor para sobrevivir?

- Trabajar de periodista (no, es broma). Muchas veces mi obsesión por escribir me ha llevado a dejar empleos porque me quitaban tiempo para dedicarle a la obra o bien buscar otros de lo más insólito; incluso trabajé en un showroom de moda y si viera cómo visto entendería porque digo «insólito».

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