Carlos García Gual entra en la RAE al segundo intento

El filólogo y traductor, que se impuso a Alfredo Conde, ocupará la silla «J»

Carlos García Gual ABC

B. Pardo

Todavía asimilando la noticia, buscando las palabras para agredecer el honor que supone ser el nuevo miembro de la RAE , Carlos García Gual (Palma de Mallorca, 1943) no duda al señalar el tema del discurso que dará en el momento en que ingrese en la Academia: «Será sobre literatura antigua, que es lo mío», confirma en conversación telefónica con este diario. En efecto, hablamos de un hombre que se define a sí mismo como un «helenista», como un apasionado del mundo antiguo que tiene la cabeza repleta de dioses, héroes y mitos.

Gual fue elegido ayer a la segunda votación, en la que se impuso por mayoría simple al escritor gallego Alfredo Conde , que también optaba al puesto. Su candidatura contaba con el respaldo de los académicos José Manuel Sánchez Ron, Carmen Iglesias y Miguel Sáenz.

El mallorquín pasará a ocupar la silla «J», vacante desde que el pasado 10 de noviembre del año pasado falleciera el dramaturgo Francisco Nieva . En mayo de este año Gual ya se había «disputado» el asiento «M» con Rosa Montero , pero ninguno de los dos alcanzó la mayoría absoluta, por lo que esta se quedó vacante entonces (y así continúa hoy).

«Esto es un poco como un aval a una larga experiencia como profesor universitario y escritor», afirma Gual. Además de larga, su trayectoria académica es brillante: ha sido catedrático de Filología Griega en 4 universidades distintas (en la actualidad, emérito en la Universidad Complutense de Madrid), ha publicado casi cuarenta libros y ha traducido más de una veintena de obras clásicas, una labor que ha visto reconocida en dos ocasiones con el premio Nacional de Traducción. «Todo lo he hecho con ánimo didáctico , tanto por placer como por pasión», explica ahora.

En esa extensa galería de héroes que es su obra, Gual recuerda con especial cariño su libro sobre el Rey Arturo –«Historia del rey Arturo y de los nobles y errantes caballeros de la Tabla Redonda»–, aunque no se olvida de Epicutro, Edipo, Orfeo o las sirenas. Todos son los protagonistas de sus desvelos, que él convierte con precisión y entusiasmo en ensayos de fuerte carácter divulgativo. «Yo creo que mi “ Diccionario de Mitos ” resume bastante bien mis lecturas», valora. Como Borges, Gual se siente tremendamente orgulloso de los libros que ha leído. «Yo fundamentalmente soy un lector, un lector empedernido», reconoce.

Quizás por su mirada de historiador, quizás porque el mundo moderno no le parece especialmente interesante, el nuevo miembro de la RAE no entra a valorar las últimas decisiones (renovaciones) de la institución a la que acaba de entrar. El « sexo débil » y el «iros» apenas le arrancan un juicio: «La Academia no impone los términos, simplemente recoge los usos existentes. Y cuando esos usos varian o quedan desfasados lo renueva».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación