DESDE EL ALCANÁ

Desaguisado cultural

El autor cuestiona la veracidad del nacimiento de Cervantes en Alcázar de San Juan, como asegura la localidad manchega

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Tranquilizaría saber que el Ayuntamiento de la entrañable Alcázar de San Juan haya nombrado en Pleno extraordinario, sencilla y llanamente, «Hijo Predilecto» a un antiguo vecino local llamado Miguel de Cervantes. Así sería si hubiera la seguridad de que éste tiene que ver con el autor (cuasi homónimo) de «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha». Pero me remo que acaban de perpetrar un claro y decidido insulto a la inteligencia colectiva, así como un fuerte agravio y desprecio absoluto a millones de cervantistas que brillan por todos los lugares del mundo.

Habría que decirles también que han corroborado y prestado apoyo, en acto oficial, a la indigencia mental de un sujeto llamado Blas Nasarre y Villellas, de infausto recuerdo, que aparece por Alcázar de San Juan en 1747 con objeto de refundir, amañar, falsificar una partida de bautismo relativa a Miguel de Cervantes López («autor del Quijote», al margen), hijo de Blas de Cervantes Saavedra y Catalina López, fechado el falso documento en la Iglesia de Santa María la Mayor, a nueve días del mes de noviembre de 1558.

Nos dolería mucho también constatar el hecho de que en el programa electoral presentado por el partido político del actual equipo de Gobierno se incluyera la promesa de nombrar -sin serlo, y en base al fraude de Nasarre- «Hijo Predilecto» al alcazareño e ilegítimo autor de El Quijote, Miguel de Cervantes López. Cuesta trabajo admitir que personas serias y cultas se atrevan a utilizar semejante patraña por captar el voto de algún incauto.

Todos sabemos bien que el artífice de «La Galatea» es nativo de la Villa Complutense de Alcalá de Henares, donde fue bautizado en la Iglesia de Nuestra Señora de Santa María la Mayor, figurando el nombre de sus padres, Rodrigo de Cervantes y Leonor de Cortinas, el día 9 de octubre de 1547.

La diferencia de edad entre el personaje real y el fraudulento es de once años. ¿Piensan los señores ediles de Alcázar de San Juan que el falso que defienden, siendo vecino de Madrid en 1567, con nueve primaveras, hubiese estado en condiciones de escribir un bello soneto al feliz nacimiento de la infanta Catalina Micaela, hija de Felipe II y de su tercera esposa Isabel de Valois?; ¿Y un año después, siendo alumno aventajado del inefable López de Hoyos, hubiese compuesto un soneto, una Copla Castellana y cinco perfectas Redondillas, con motivo de la exequias fúnebres de la joven reina, conocida también por la Princesa de la Paz?

¿Son ustedes conscientes, señores munícipes, de que por esas mismas fechas «su» falso niño, con nueve abriles, habría de librar un duelo de espada y herido gravemente a un tal Antonio de Sigura, y de que, como consecuencia, con esa misma edad hubiese de huir a uña de caballo y refugiarse en Roma, donde ya se hallara en 1570 (a la par que el Greco, por cierto) ejerciendo, ¡con 12 años!, de camarero con el Cardenal Acquaviva?¿Saben que existe un documento, hallado en Simancas, fechado en 1569, donde Felipe II insta a sus Jueces a «la busca y captura de un estudiante, llamado Miguel de Cervantes, con orden de cortarle la mano derecha, en vergüenza pública, y diez años de destierro de nuestros reinos»? ¿No les parece inapropiado para «su» niño?

Seguramente les parecerá más coherente el hecho, de que «el niño» se alistara, a sus doce años, en los fieros Tercios de Castilla, y con trece, en 1571, fuese heroico soldado en Lepanto, donde fue herido gravemente en el pecho y mano izquierda?¿Es eso para un niño de 13 años, que alcanzaría el glorioso sobre nombre de Manco de Lepanto, por muy precoz que el chaval alcazareño fuese?

Lo que ustedes deberían habernos regalado, en vísperas del IV Centenario de su magnífica Segunda Parte del Quijote, es nombrarle, de voluntad propia, «Hijo Adoptivo y Predilecto de Alcázar de San Juan», pero al auténtico Miguel, no al del cavernícola Nasarre. Ello hubiese redundado en prestigio y honra de la, para nosotros, querida Ciudad de Alcázar de San Juan.

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