María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)
María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) - EFE

El CNIO despidió a Manuel Hidalgo «porque trabajaba al cien por cien» para un hospital en Boston

Fuentes de la institución aseguran que intentaron sin éxito que se quedara en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas «pero él no quiso llegar a ningún acuerdo»

MADRID Actualizado: Guardar
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«Fue una decisión difícil de tomar, pero la baja asistencia de Manuel Hidalgo excedía todos los límites de lo razonable teniendo en cuenta la importancia del programa que lideraba». Así explicaba el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), durante un encuentro con la prensa, por qué despidió a su director del programa de investigación clínica, el encargado de acercar a los enfermos terapias experimentales y con más de 90 científicos a su cargo. Manuel Hidalgo era también director del Centro Clínico de Cáncer del Beth-Israel Deaconess de Boston, un hospital asociado a la Universidad de Harvard.

El anuncio de su despido por «cuestiones disciplinarias» ha provocado un cruce de acusaciones entre Manuel Hidalgo y el centro de investigación. El primero aseguraba que la directora del CNIO, María Blasco, bloqueaba sus investigaciones y desde la institución se argumentaba la destitución por «la casi nula presencia» de Hidalgo en su puesto de Madrid al trabajar al mismo tiempo en un hospital estadounidense.

El oncólogo lo ha negado y ha anunciado una querella. La polvareda ha llegado hasta el Congreso de los Diputados, después de que Ciudadanos pidiera la comparecencia de Blasco en la Cámara Baja para explicar la situación.

Este miércoles el CNIO ha querido justificar su despido: «No fue nuestra decisión. Fue la Oficina de Conflicto de Intereses del Ministerio de Hacienda quien decidió que los dos puestos eran incompatibles». Según les comunica Hacienda, el contrato que el científico tenía con el centro estadounidense era del cien por cien de dedicación; en el CNIO, del 50 por ciento, algo inasumible para Hacienda. «Somos un centro público y la decisión del despido se ha tomado en base a aspectos legales. Lamentamos profundamente que piense que esto es por algo personal». Manuel Hidalgo asegura a ABC que su contrato con Boston es del 80%.

Una decisión difícil

Pese a lo declarado por Hidalgo, la dirección del Centro de Investigaciones Oncológicas, intentó por todos los medios buscar una solución e intentar que se quedara. «Fue una decisión difícil». Le propusieron dejar la dirección del programa de investigación clínica y dirigir solo la Unidad de Tumores Digestivos, un proyecto que requería menos dedicación que el proyecto de investigación clínica. A este programa, los evaluadores externos del CNIO, habían solicitado en 2014, además, que se le diera un nuevo impulso. Pero el investigador, según siempre el CNIO, rechazó la propuesta. «Nunca quiso dedicarse solo a liderar la unidad de tumores digestivos ni estuvo dispuesto a rebajar su tiempo en Boston», señalan.

El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas ya ha iniciado el proceso de búsqueda de un nuevo Director del Programa de Investigación Clínica, para el cual contara con la ayuda del Consejo Asesor Científico de la institución. También garantizan que no se frenará la actividad que llevaba Hidalgo «para acercar los medicamentos más innovadores a los pacientes con cáncer de nuestro país» y la colaboración con más de diez hospitales.

Salida de otros profesionales

El despido de Hidalgo coincide con la salida de otros dos científicos estrella del CNIO: Manuel Serrano y Alfonso Valencia, adelantada por ABC. Ambos salen de Madrid para trabajar en dos centros de élite de Barcelona. En el CNIO se interpreta «con normalidad», como algo habitual en Ciencia, en el que los investigadores suelen cambiar de puesto de trabajo. Aunque con Serrano se negocia que mantenga una hilazón con el centro y pueda simultanear parcialmente su actividad con el IRB de Barcelona.

La pérdida de Serrano y de Hidalgo supone una pérdida de talento y también económica. Los dos poseen proyectos del Consejo de Investigación Europeo con una financiación millonaria que perdería el CNIO. Estas cantidades no están asociadas al centro, sino a la persona, por lo que se irán con ellos. Los ERC Advanced Grants son ayudas europeas destinadas a financiar proyectos rompedores e innovadores para el avance de la ciencia en Europa. Es la ayuda más prestigiosa en Europa.

El año pasado, y por segunda vez consecutiva, Serrano accedió a estos fondos de 2,5 millones de euros para avanzar en la investigación de la medicina regenerativa, el cáncer y el envejecimiento.

La misma cantidad fue adjudicada a Hidalgo para buscar tratamientos personalizados contra el cáncer de cáncer. Con este presupuesto se sostenía a un equipo de una docena de investigadores que ahora deben negociar su permanencia.

Como la financiación es europea no puede salir fuera del continente. Hidalgo baraja trasladar su proyecto al hospital de Fuenlabrada donde ya dirige un ensayo clínico con la farmacéutica Pfizer o llevarlo al instituto de investigación del Hospital La Paz de Madrid, donde también han manifestado su interés por su trabajo. Aunque lo probable es que se quede en Fuenlabrada.

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