Roberto Torretta viste a una mujer más juvenil y sensual

El Premio Nacional de Moda que le acaban de conceder le sienta bien al diseñador argentino-madrileño. Aunque no le entusiasmaran, suponemos, las críticas que algún medio lanzó contra él por la concesión del galardón.

Y es que un diseñador tan consagrado como Roberto Torretta está por encima de esos comentarios. No necesita demostrar que su expansión internacional, gracias especialmente a su hija, es una realidad: más de cien puntos abiertos en el mundo, el último mercado abierto es Corea. Él se limita a diseñar, a su patronaje, a su estilo elegante y sensual que muchas mujeres con clase ponen en valor, solo hay que ver su front row.

Si ya para este verano que está terminando nos propuso unos escotes asombrosos, para el verano 2017 mantiene su apuesta.

Vestidos con pronunciados escotes, ya sean simétricos o asimétricos; anudados, de distintos largos, cortados al bies en ricos tejidos muy veraniegos, siempre naturales.

Nos explicaba en el backstage, que ha querido diferenciar perfectamente dos siluetas: la fluida, cómoda, de líneas muy suaves; y otra, más innovadora, ajustada. El punto en común de las dos: la utilización de volantes, nudos y también la forma de tulipán (sin costura en los laterales) en sus monos y pantalones. Unos colores en los que ha puesto mucha intencionalidad: motivos florales de fondo azul y negro, con toques amarillos, naranjas, blanco, rosa, rojo y el azul tinta –pilar de la colección-. Una combinación muy atractiva.

Las prendas icónicas siguen: los monos, tanto para noche como para el día; pero en esta edición, se ha centrado mucho en los trajes chaqueta, pero con aires de los años 70: pantalones high-line, de pata ancha y cintura alta, combinados con chaquetas cortas y largas.