Trabajadores sanitarios lanzan guantes a la comitiva de Mariano Rajoy. :: A. C. / REUTERS González, Rajoy y el director del Carlos III, Rafael Pérez de Santamarina. :: AFP
Sociedad

Sáenz de Santamaría relega a Mato y se pone al frente de la crisis del ébola

La vicepresidenta liderará un comité especial y rechaza que sea el momento de asumir responsabilidades

MADRID. Actualizado: Guardar
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«Expansión de liderazgos», lo llamaban ayer en el palacio de la Moncloa. En la práctica esto se traduce en que el presidente del Gobierno y su número dos han tomado ya definitivamente las riendas de la gestión de la crisis del ébola. Cinco días después de conocerse el contagio, Mariano Rajoy y la vicepresidenta escenificaron casi simultáneamente que la coordinación y la comunicación dejan de estar en manos de la ministra de Sanidad. El jefe del Ejecutivo se desplazó hasta el Hospital Carlos III, acompañado por el presidente de la Comunidad de Madrid, para lanzar desde allí un mensaje de tranquilidad mientras Soraya Sáenz de Santamaría anunciaba, tras el Consejo de Ministros, la creación de un comité especial bajo su dirección para hacer frente a la enfermedad. A ninguno de los dos le acompañó Ana Mato.

En el Gobierno, públicamente, no contemplan que la decisión desautorice a la titular de Sanidad. De hecho, fuentes del Ejecutivo destacaron que Mato es la única ministra presente en el nuevo grupo de trabajo y que, por otro lado, preside las reuniones de los consejeros autonómicos. La vicepresidenta, sin embargo, será la encargada de dirigir cualquier mensaje público que se lance a partir de ahora y la gestión de la crisis pasa del ministerio a La Moncloa con el mandato de comunicar con «transparencia informativa y rigor».

Con ese objetivo, el comité especial se reunirá diariamente y trasladará el estado de salud de la auxiliar de enfermería, Teresa Romero, y del resto de personas que se encuentran bajo vigilancia médica, siempre tratando de respetar la intimidad de los pacientes. Para que sus derechos y los de la ciudadanía no entren en colisión, el Ministerio de Justicia tendrá una representación en este grupo.

Integrantes del comité

Además, y más allá de la vicepresidenta y la ministra de Sanidad, en el órgano estarán integrados representantes del Gabinete de Presidencia, de los departamentos de Asuntos Exteriores, Defensa, Interior, de la Consejería de Madrid, el Hospital Carlos III y de un comité científico creado para asesorar en todas las necesidades que vayan surgiendo. A algunos de ellos se les exige dedicación exclusiva y no se trata en ningún caso de un grupo cerrado. De hecho, no se descartan nuevas incorporaciones en el futuro. Uno de los ministerios que, al menos por ahora, no entra en la gestión de la enfermedad es el de Hacienda y Administraciones Públicas. De ellos sí dependerá la habilitación de una línea de crédito específica para sufragar todas aquellas medidas que sean necesarias.

El Gobierno busca coordinar los medios, los recursos disponibles, mantener la cooperación internacional y «reforzar» la información que se traslada a la ciudadanía sobre la enfermedad, sus características y formas de contagio. «No es un terreno para especulaciones, sospechas o datos que no estén confirmados», sentenció ayer Soraya Sáenz de Santamaría. Su intención es que según vaya avanzando la investigación, y no antes, se vayan aportando conclusiones contrastadas del interés de la opinión pública, en contra de lo que ha venido ocurriendo a lo largo de la semana.

En la asunción errores, la vicepresidenta se mantuvo ayer al margen. Preguntada por ello en la sala de prensa, no entró a valorar si se habían producido fallos a lo largo de la semana y si alguien tenía que asumir responsabilidades políticas por ello. A su juicio, si más adelante es necesario, se hará, pero hay ahora un tema prioritario, que es «cuidar lo mejor posible a Teresa Romero». Mientras tanto, no cree que sea el momento de plantear ningún otro debate. «Estamos hablando de vidas humanas; el puesto político de los que gestionamos, al menos el mío, es lo menos importante», respondió la número dos.

En este sentido, el presidente del Gobierno acudió ayer por sorpresa al Hospital Carlos III y se dirigió a los medios de comunicación para solicitar expresamente su colaboración. Desde allí, pidió tranquilidad y garantizó que, según los expertos, la Organización Mundial de la Salud y la Comisión Europea, el riesgo de que la enfermedad se pueda propagar en un futuro es «muy bajo». Tras el Consejo de Ministros, Mariano Rajoy tomó la decisión de visitar a la paciente, Teresa Romero, junto al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y trasladar su respaldo a los profesionales del centro que están afrontando la enfermedad del ébola desde que se repatriara a los dos misioneros desde África. El jefe del Ejecutivo subrayó la dedicación de médicos, enfermeros o limpiadores, que merecen «el cariño y el afecto» de los españoles. Varios de estos expertos forman parte del comité que preside Soraya Sáenz de Santamaría. «Son las personas que saben qué se necesita, conocen el tema, lo viven y lo sienten», insistió Rajoy. La vicepresidenta aprovechó también la rueda de prensa habitual de los viernes para destacar que España es un «país preparado» y que puede hacer frente al ébola.

Ambos se colocan al frente de la crisis. Hoy será Santamaría quien lidere la primera reunión del comité especial tras su creación en la tarde de ayer.