Pescadores realizando labores de mantenimiento en sus barcos, a la espera de poder salir a faenar. :: L. V.
CÁDIZ

«Estamos esperanzados, pero algo desconfiados»

CÁDIZ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Barbate prepara por fin las redes para volver a pescar en aguas de Marruecos. Por eso, ayer no fue un día cualquiera en el puerto barbateño. Allí los marineros decían sentirse «muy contentos» tras conocer la noticia de la firma del acuerdo que comunicó el rey Mohamed VI al monarca español. Y es que llevan nada menos que dos años y medio de negociaciones y, según alertan, esta espera ha lastrado en demasía la economía de la zona. «Aquí vivimos de esto. Otra cosa no hay ya», cuentan. Se estima que en la localidad jandeña unas 400 familias dependen del mar directamente y otras decenas de forma indirecta. Poder o no faenar es igual a llevar o no un plato de comida a casa. Tras mucho tiempo esperando la firma, ahora, los pescadores se muestran prudentes. Algo incrédulos también. «Hasta que no vea salir los barcos por la bocana sur estaré expectante. No queremos confiarnos», afirmaba ayer uno de los marineros.

El alcalde de Barbate por su parte se ha mostrado «contento aunque un poco desconfiado». Sobre todo por las condiciones técnicas finales que se alcancen tras la firma, que, según indican, deben ser negociadas por la comisión mixta «cuanto antes». Quirós ha explicado que la comisión técnica debe aclarar ahora los aspectos finales del acuerdo, siendo el principal «escollo» el punto que plantea que haya «tres tripulantes marroquíes más en cada barco», que se sumarían a los entre dos y tres tripulantes marroquíes con los que cuentan ya.

Advierte el primer edil que los pescadores barbateños no están conformes con ese apartado, ya que supondría que «el 40 por ciento de la tripulación de cada barco sea marroquí». En su opinión, esa será la principal dificultad en la negociación, puesto que el resto de puntos están «más o menos consensuados», como los relativos a los cupos, descargas, distancias o el paralelo hasta el que pueden faenar.