Aplazan a julio la vista oral por el secuestro de una mujer en Lyon

Nueve años de cárcel es la pena que se juega un ciudadano marroquí que en diciembre del año pasado decidió secuestrar a su expareja en Francia para llevarla en contra de su voluntad a Marruecos. La Guardia Civil lo pudo evitar en el puerto de Algeciras, cuando el acusado iba a embarcarse en su vehículo con destino a Tánger. En el maletero de su coche había metido a su exmujer, quien en ese reducido espacio había realizado el largo viaje desde Lyon a la frontera sur de Europa. De esta manera relatan los hechos la Fiscalía y los agentes del Instituto Armado que intervinieron en la liberación de Fátima. Un caso que debió haber sido juzgado ayer por la mañana en la Audiencia Provincial; sin embargo, la vista ha sido aplazada para el próximo 17 de julio.

La suspensión fue solicitada por la fiscal al no comparecer un testigo «clave» en su estrategia de acusación. Se trata de una persona que se encontraba en la zona de preembarque del puerto de Algeciras cuando la víctima intentó escapar del coche.

Dos agentes de la patrulla fiscal de la Guardia Civil acudieron al lugar al comprobar cómo se estaba arremolinando la gente en torno a la pareja. Los dos presenciaron cómo el procesado, Samir Sekkaf, arrastraba a su exmujer para meterla en el coche y ayer estaba previsto que declararan.

En diciembre pasado, la Benemérita incidió en las «penosas condiciones» en las que realizó la víctima el trayecto entre Lyon y Algeciras en una nota de prensa que difundieron tras el arresto de Samir. Un viaje de 1.700 kilómetros de más de quince horas en el que sólo pudo beber y alimentarse en una ocasión, según contó a los agentes.

Tras acordarse la suspensión, el tribunal de la Sección Tercera acordó que se aperciba al testigo que no compareció ayer en caso de que no se hubiera hecho en el momento de la primera citación. El tribunal quiere hacerle saber que está obligado a presentarse en la Audiencia en julio.

La víctima, tras ser liberada y asistida en un centro hospitalario, fue trasladada a un casa de acogida desde donde se tramitó su regreso a Lyon. Allí tiene fijada su residencia y desde allí está previsto que declare por videoconferencia. En el procedimiento no hay personada acusación particular y esta labor recae en exclusiva en la figura de la Fiscalía. Fuentes del procedimiento confirmaron que el testimonio que ofreció la víctima durante la instrucción se calificó como prueba anticipada ante la previsible no asistencia al juicio.

En su escrito de calificación en donde solicita nueve años de cárcel por los delitos de detención ilegal, amenazas y lesiones, el Ministerio Público sostiene que Samir quiso llevarse a la fuerza a su expareja ante las pretensiones de ella de divorciarse tras varios meses de separación.

Familiares del acusado acudieron ayer a la Audiencia para respaldarle. Cuando fue conducido desde los calabozos hasta la sala y al ser devuelto para retornar al centro penitenciario, recibió muestras de cariño.