Adams, Robinson y McGuiness, durante un funeral por un policía en abril de 2011. :: PETER MUHLY / AFP
MUNDO

El ministro principal norirlandés acusa a Blair de engañarle

El protestante Robinson denuncia que ocultó las cartas con promesas de amnistía enviadas por el Gobierno británico a huidos del IRA

LONDRES . Actualizado: Guardar
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El ministro principal de Irlanda del Norte, Peter Robinson, afirmó ayer que el Gobierno de Tony Blair «deliberadamente engañó a los partidos» que negociaron la restauración del Ejecutivo autonómico norirlandés, al ocultarles que el Gobierno estaba enviando cartas a supuestos miembros del IRA huidos de la Justicia, y que volvió hacerlo cuando no las reveló cuando los mismos partidos negociaban cómo tratar el 'legado' del conflicto en 2013.

Robinson lideró la indignación en la provincia cuando un miembro del IRA, John Downey, que había sido detenido por su supuesta participación en el asesinato, en 1982, de cuatro soldados británicos con un coche bomba en Londres, fue puesto en libertad el pasado marzo porque había recibido una carta del Ministerio para Irlanda del Norte diciéndole que no tenía causas pendientes.

La indignación de Robinson llevó al primer ministro, David Cameron, a encomendar a la juez Carol Hallett una investigación sobre lo ocurrido en el 'caso de Downey' y sobre los efectos de las cartas. Sus conclusiones serán publicadas en las próximas semanas, tras conducir sus pesquisas a puerta cerrada.

El comité parlamentario para Asuntos Norirlandeses abrió su propia investigación y se trasladó ayer a Belfast para recabar testimonios. Los dirigentes del Sinn Fein, que se han reunido con la juez Hallett, no comparecerán ante el comité. Robinson dijo al respecto: «Los republicanos se comportan como republicanos. Defienden primero a sus miembros, después a sus votantes, pero nunca el interés general».

El ministro principal de Irlanda del Norte señaló en su testimonio ante el comité parlamentario que, aunque el 'caso de Downey' es diferente, porque se trataría de un error, es necesario ahora «que esas cartas no tengan autoridad, algo que no está claro».

Peter Robinson considera que sólo una sentencia judicial podría confirmar que -si se detiene a un huido por aparecer pruebas sobre crímenes del pasado- no quedaría en libertad alegando que tomó la carta como una amnistía.

El responsable de la Fiscalía norirlandesa, Barra McGrory, que defendió a miembros de Sinn Fein como abogado privado y facilitó al Gobierno en nombre de su cliente una lista de huidos, afirmó que las cartas eran 'extraordinarias' porque en ellas «la Policía decía a los receptores que no tenía interés en ellos, aunque en otras circunstancias hubiese tenido interés».

Para Barra McGrory, las cartas tenían importancia 'política' para el primer ministro y para el Sinn Fein, que quería «que avanzase el proceso de paz», pero que legalmente «son prácticamente sin valor». En las cartas se informaba a huidos a los que la Policía no quería interrogar -porque las pruebas existentes eran de inteligencia- de ese hecho, pero se les advertía que, si aparecen nuevas pruebas, pueden ser detenidos.