Susana Díaz (centro) acompañada de Juan Cornejo y de Micaela Navarro. :: EFE/JULIÁN MUÑOZ
ANDALUCÍA

La decisión de Susana

La presidenta andaluza deberá despejar esta semana si opta a la secretaría general del Partido Socialista o dejará pasar el tren

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La presidenta andaluza deberá despejar esta semana si opta a la secretaría general del PSOE o dejará pasar este tren de su vida política. El próximo viernes día 13 comienza el plazo para la recogida de avales de los aspirantes que quieran ser candidatos a la secretaría general del PSOE. Lo lógico, apuntó el pasado martes el secretario de Organización del PSOE andaluz, Juan Cornejo, es que en esta fecha se conozca ya quienes van a concurrir.

Susana Díaz ha mantenido un férreo hermetismo sobre su futuro, sin embargo en su entorno nadie ha negado que esté preparándose para dar el salto a la política nacional. Su silencio, en cierto modo, revela que sopesa en serio esta opción. Díaz solo ha mencionado que su «prioridad es Andalucía», dando por descontado que compaginaría la presidencia de la Junta con el cargo de líder del PSOE. También desde su cercanos se ha confirmado que la presidenta ha recibido «presiones» de dentro del partido y de fuera para que acepte dirigir el PSOE, sobre todo ante el nuevo panorama político con la abdicación del Rey Juan Carlos I y la sucesión de su hijo Felipe. Otro mensaje de este entorno que habla por Díaz es que esta aceptaría afrontar el reto por una situación «de emergencia», en alusión a este panorama y al declive de su partido.

El plazo para presentar avales acaba el día 27. Los aspirantes necesitan como mínimo la firma de 10.000 militantes aproximados, el 5% del censo, pero no hay tope. El día 2 de julio se conocerán los candidatos y el día 13 de julio sería la votación si hay más de uno. Por primera vez en el PSOE todos los militantes podrán votar la elección del secretario general, una fórmula que se aplicará de ahora en adelante a todas los secretarios generales, sean regionales, provinciales o locales. Es el legado de Alfredo Pérez Rubalcaba. El congreso extraordinario convocado para los días 26 y 27 de julio servirá en realidad de paseo triunfal del líder elegido.

Hasta ahora solo el dirigente de Izquierda Socialista y exdiputado por Granada José Antonio Pérez Tapias ha anunciado su disposición al cargo, pero ninguno más. La catalana Carme Chacón dijo que renunciaba a la secretaría general para preparar su candidatura a las primarias para el candidato a la Presidencia del Gobierno. Madina, uno de los promotores de que el futuro líder del partido sea elegido por la militancia, tampoco ha dicho todavía nada, como tampoco Pedro Sánchez, el diputado por Madrid que también se había postulado. En la última semana ha habido conversaciones para que ambos se incorporen a una candidatura única con Susana Díaz al frente, algo que también podría despejarse esta semana.

El entorno de Díaz ha estado trabajando para que, en caso de que esta dé el paso, las condiciones sean las más favorables. Juan Cornejo ha sido el interlocutor con la dirección de Ferraz y barones del partido, mientras que la propia Susana Díaz ha escuchado dicen que a numerosas voces de dentro y fuera del partido, entre ellas los expresidentes Felipe González y Zapatero.

La decisión unánime de los barones regionales de no poner tope a la recogida de avales se interpreta como una manera de facilitarle a Díaz que llegue a la candidatura con un respaldo abrumador que se haga incontestable su liderazgo. Cornejo señaló esta pasada semana, en este sentido, que sería importante que fuera así si, como «es lo lógico», el futuro líder es también candidato a la Moncloa sea «con primarias, secundarias o terciarias». Los barones que respaldan su candidatura (casi todos menos los de Extremadura, Cataluña y Asturias) no garantizan, sin embargo, control sobre la militancia, es decir, que esta pueda apoyar de forma abrumadora a Díaz, sobre todo ahora que el debate monarquía-república coge alas en las bases del PSOE. La andaluza ha sido muy clara al apoyar sin fisuras el actual modelo de Estado, que respeta el compromiso de los socialistas con lo que dice la Constitución, es decir, con la monarquía parlamentaria.

Díaz tendrá hasta el viernes para despejar su decisión y será difícil para la presidenta andaluza que pueda mantener una semana más la incógnita sobre su futuro. Este jueves comparece en el Parlamento en la sesión de control al Gobierno. En cualquier caso, si Díaz da el paso para liderar el PSOE y esto implica, como insinuó Cornejo, que también sería candidata a la Moncloa, se abrirá otra incógnita, la de quién sustituirá a Susana Díaz a medio plazo en la presidencia de la Junta y a corto plazo al frente del PSOE andaluz.