El puerto de Cádiz no aguanta más

La ampliación de la terminal de contenedores del puerto de Cádiz es un proyecto faraónico, pero necesario. Se trata de una obra clave para ganar competitividad y poder combinar así el uso turístico con el de mercancías en las instalaciones gaditanas. Sin embargo, esta fastuosa obra de infraestructura se ha topado con un inconveniente que no estaba incluido en ninguno de los escenarios. El anterior gestor del puerto, Rafael Barra, tuvo que sortear varios requerimientos ambientales y económicos para embarcarse en esta inversión, que supera los cien millones de euros. Uno de los avales que sirvió para autorizar la obra fue el respaldo de la Unión Europea a través de los Fondos Feder. Estos fondos destinaban para este tipo de obras unos 60 millones de euros. El proyecto se adjudicó a la unión temporal de empresas formada por Acciona y FCC sin ningún problema. Fue la Autoridad Portuaria la que ha aguantado el tipo pagando religiosamente una obra que se encuentra al 70% de su ejecución. Sin embargo, el contratiempo sobrevino el pasado año cuando el mismo gobierno que aprobó la inversión decidió paralizarla hasta estudiar con detalle el proyecto y comprobar su viabilidad, así como si vulnera o no la ley europea de la competencia. Los meses pasan mientras que los técnicos siguen dando vueltas a los informes. Mientras tanto, la Autoridad Portuaria hace frente en solitario a los créditos solicitados para abonar la obra. Pero la situación ha llegado al colapso financiero de la entidad. No puede más y reclama a la UE que libere cuanto antes el dinero anunciado. El pasado enero visitó la obra una comisión técnica. Cuatro meses después, los fondos no terminan de llegar. Europa asegura que los liberará en breve: antes del verano. Esperemos que no sea demasiado tarde.