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A punto para la primera 'levantá'

Las almadrabas de Conil, Zahara y Tarifa se hacen por primera vez con cuota del País Vasco y aumentarán sus capturas en 229 toneladas

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Todo a punto en las almadrabas gaditanas para la primera ‘levantá’ de la temporada. La suerte está echada y se espera que la nueva campaña que arrancará en los próximos días sea un éxito de capturas, aunque la pesca, al igual que la agricultura, depende en cierto modo de la bondad del tiempo. La visita de un levante enconado puede dar al traste con las expectativas de los almadraberos.

El sector vuelve al mar con la esperanza de que este año sea el último de las restricciones. Una vez más, estas empresas han tenido que recurrir a la compra de cupo de otras pesquerías para ampliar el número de capturas. Y durante esta campaña la Organización de Productores Pesqueros (OPP) de Almadrabas –que integra a las de Zahara de los Atunes, Conil de la Frontera y Tarifa– ha conseguido, por primera vez, comprar cuota de atún rojo del País Vasco. Lo ha hecho al 50% con los barcos cerqueros de Balfegó, de manera que podrá incrementar sus capturas en 229,5 toneladas, según publica Europa Press.

La directora gerente de la OPP, Marta Crespo, explicó ayer que el País Vasco se ha deshecho de la totalidad de su cuota, que asciende a 459 toneladas tras una subasta celebrada en la cofradía de pescadores de Hondarribia (Guipúzcoa). Crespo mostró su satisfacción, ya que supone «un pequeño respiro» dada la situación de «total asfixia» en la que se encontraban para afrontar la presente campaña, que dará comienzo «de manera inminente».

Cabe recordar que el organismo internacional que vela por la conservación del atún rojo mantiene un año más una cuota máxima para este arte pesquero. La asignación de 657 toneladas para las cuatro almadrabas gaditanas no da ni para cubrir gastos, lo que ha obligado al sector a echar las redes en otras zonas pesqueras de España, encuadradas en el mismo tipo de pesquería en el que se encuentra ubicado el atún rojo. Con esta asignación cada almadraba tiene un cupo medio de unas 160 toneladas. No ha sido fácil, por tanto, lanzarse a una nueva aventura.

A dicha situación, se suma que este año tampoco se ha dado el visto bueno al mantenimiento de las almadrabas como Observatorio Científico del Atún y a que tampoco han recibido nada del fondo de maniobra del Gobierno, ya que fue asignado a la flota canaria. En ese contexto, la adquisición de cuota vasca aporta a los almadraberos de la OPP «ánimos» para la presente campaña, ya que estas 229,5 toneladas se suman a la cuota que tenían asignada de 475 toneladas. Así, elevan la posibilidad de capturas hasta las 704 toneladas y media.

Según Crespo, ahora queda «luchar» para conseguir el mejor precio posible en la venta. Finalmente, hizo referencia a otra «alegría» reciente del sector, que es la aprobación por parte del Parlamento Europeo de definir las almadrabas y a los almadraberos en el Fondo Europeo Marítimo y Pesquero 2014-2020, aunque, según explica, queda todavía pendiente que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España lo incluya en el desarrollo del programa operativo.

Dura negociación

También ha recurrido a la compra de cuota la almadraba de Barbate, cuyo gerente, Pedro Muñoz, ya hizo el año pasado una decidida apuesta junto al empresario murciano Ricardo Fuentes. Según explicó Muñoz a LA VOZ, «para triunfar hay que arriesgar», en clara alusión a la dura competencia para la adquisición de cuota de otras zonas. Esta

Precisamente, las almadrabas gaditanas han apurado en estos días la negociación. Varios factores intervienen en esta partida a cara o cruz. Por un lado, el precio de salida que ponen quienes venden y, por otro, el tope que marcan quienes compran. En el término medio está la virtud, sin embargo, no es el único condicionante que tiene la negociación. Los valores de venta del atún rojo en los mercados internacionales también repercuten para alcanzar cualquier acuerdo. Así, la fuerza el yen japonés, principal receptor de las capturas de almadraba, definen los precios de compraventa de las cuotas, ya que una moneda fuerte frente al euro rebaja los niveles de ganancia. Muñoz destacó que los almadraberos tienen «una fe ciega» en la campaña que está a punto de comenzar y adelanta que el japonés se mantiene, una vez más, «como el mejor cliente del atún rojo, pero hay mercados como el norteamericano y el alemán, además del español, que empiezan a demandar con fuerza este tipo de producto». Sin embargo, aún no ha precisado con qué cuota extra contará este año y si ha dado por concluidas las negociaciones.

El precedente

Uno de los ejemplos más gráfico de venta de cuota lo encontramos, precisamente, entre los pescadores vascos cuya flota de bajura se ha visto abocada a darle salida al limite asignado en estos últimos tres años, contando ya esta nueva temporada que comienza ahora. El motivo no era otro que la «mala situación» que atravesaban algunas embarcaciones. De esta forma obtenían liquidez para afrontar la pesca del bonito del Norte.

Todos esperaban que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), reunida en diciembre pasado en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), abriera la mano y aumentara en 2014 el cupo de capturas tras la comprobación científica de que la especie ha mejorado y no existe peligro para ella. No ha sido así y, por tanto, siguen las limitaciones.

En 2003 saltó la alarma. El atún estaba amenazado por la pesca indiscriminada y no, precisamente, por los almadraberos. Los grandes atuneros, sobre todo de Italia y Francia, habían tocado casi de muerte a una especie que, en Cádiz, se pesca cada primavera de forma artesanal. Sin embargo, los datos eran evidentes y en 2006 se decidió poner puertas al mar y reducir drásticamente las capturas. Pagaron justos por pecadores. Las almadrabas de la provincia se vieron seriamente dañadas por esta decisión internacional.

La situación ha cambiado con el paso del tiempo y las medidas de control, pero las cuotas aún no son satisfactorias para los intereses de las cuatro almadrabas. El organismo internacional decidió en 2013 aumentar para España la cuota en 93 toneladas con respecto a 2012, es decir, se pasó de 2.411 a 2.504, sin embargo, el Ministerio de Agricultura y Pesca decidió que esas toneladas de más se destinarán a cubrir necesidades en otras pesquerías del Mediterráneo y Canarias. La decisión condenó un año más a las almadrabas a contar solo con una cuota de 657 toneladas de pesca. Este cupo es el mismo desde 2012, año en el que se aumentó tímidamente.

El representante de la almadraba de Conil, Pedro Crespo, reconoce que la compra e cuota acabará cuando los organismos internacionales abran la mano definitivamente. Los datos revelan la recuperación e la especie.