Malestar entre la flota pesquera por el retraso del acuerdo con Marruecos

De la euforia a la calma. De la expectación a la incertidumbre. De la satisfacción al recelo. La aplicación del acuerdo de pesca con Marruecos se hace de rogar un mes después de que el Rey Mohamed VI ratificara el compromiso adquirido con la Unión Europea para los próximos años. El tiempo pasa y siguen los ajustes de última hora. El presidente de los armadores de Barbate, Tomás Pacheco, asegura que aún sigue abierto el debate sobre detalles técnicos y prevé que el todavía ministro español de Pesca, el jerezano Miguel Arias Cañete, viaje a Rabat esta misma semana para finiquitar el asunto antes de que abandone el Ministerio para dedicarse a la campaña electoral de las europeas, donde participa como cabeza de lista del PP. Las informaciones que llegan a los pescadores gaditanos, uno de los sectores más beneficiados, es que el respaldo del Rey de Marruecos a dicho acuerdo se tiene que reflejar con otra firma más en el protocolo. Sin embargo, fuentes del sector reconocen que hay aspectos del protocolo que aún se están aquilatando. Es el caso del número de trabajadores marroquíes que deben incluir en sus plantillas los barcos españoles. El acuerdo establece tres, pero el gobierno marroquí quiere cambiar las reglas del juego sobre la marcha y fijar una lista propia o, en su defecto, ampliar el contingente de mano de obra.

La segunda cuestión que mantiene las espadas en alto pasa por las cinco licencias especiales que otorga Marruecos. Los barcos que obtengan este permiso podrán ampliar su radio de pesca hasta la zona de Aljadida, más favorable en invierno. El sector no está de acuerdo que este privilegio sea para determinadas flotas y exige, de llevarse a la práctica, que sea una concesión rotatoria.

Los pescadores se han cansado de las promesas políticas y, sobre todo, de renegociar ahora un acuerdo que, en teoría, ya estaba pactado.

La flota gaditana lleva desde primeros de abril preparada para zarpar hacia Larache y Kenitra, pero el trámite burocrático retrasa la aplicación del convenio. El país vecino ha puesto una serie de condiciones que no se encuentran recogidas en el marco general del pacto.

La Unión Europea, después de una larga negociación, aprobó el pasado diciembre el acuerdo pesquero con Marruecos que garantiza la vuelta de los barcos comunitarios a los caladeros que gestiona Rabat después de tres años de ausencia. Este convenio fue aprobado a mediados de febrero por el Parlamento de Marruecos y ratificado en marzo por el Rey Mohamed VI. Los buques europeos obtienen con el acuerdo 126 licencias, de las que un centenar son para españoles, sobre todo andaluces y canarios, y beneficia a cerca de 1.500 tripulantes, de los que 500 serían marroquíes. La provincia de Cádiz se reparte 44 licencias entre Barbate, Algeciras, Conil, Cádiz y Tarifa, lo que supone 400 empleos directos y otros tantos indirectos.

El responsable de la cofradía de Barbate, Alfonso Reyes, aguarda con impaciencia la aplicación del acuerdo, ya que permitirá diversificar la pesca en el Golfo de Cádiz. Reyes destaca que el pescado del caladero de Marruecos tiene un calibre distinto, lo que amplía el abanico de cara a su comercialización.

Las dos artes pesqueras más beneficiadas con el acuerdo son la de cerco y el palangre. La primera se dedica a la captura de boquerón, sardinas, jurel y caballa, mientras que la segunda es la pesca de fondo, especializada en la captura de congrio, pez sable y voraz, entre otros.