María del Mar Sheldon, con las denuncias interpuestas ante el juzgado por el trato recibido en su centro barbateño. | F. J.
CÁDIZ

«Me da pavor sólo la idea de volver a ese colegio»

Tras más de dos años alejada del colegio donde tiene su plaza, teme volver el próximo curso una vez que finalice su traslado temporal Una profesora denuncia vejaciones y acoso en un centro de Barbate

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Lo último es volver a ese colegio, ni me lo planteo». María del Mar Sheldon, profesora de primaria de 44 años, admite que le da «pavor» sólo pensar en la posibilidad de regresar al centro donde tiene su plaza. Se trata del colegio público Bahía de Barbate, donde dice haber pasado la peor experiencia de su vida. Hace más de dos años que no pisa el centro tras pasar 18 meses de baja médica y solicitar un traslado temporal a través de una comisión de servicio, que le ha permitido seguir ejerciendo, esta vez en un colegio en Chiclana.

Cuenta María del Mar que los problemas comenzaron casi al principio cuando le concedieron su plaza definitiva en Barbate. «Lo primero fue el robo de mi teléfono móvil, que estaba valorado en 800 euros, me lo cogieron del bolso en el mismo colegio», asegura. Luego vinieron los insultos y las vejaciones por parte de varios alumnos. ¿Los motivos? Lamenta que la adicción a la droga de un familiar suyo y un apellido poco común son las razones de este acoso. «En el colegio se corrió la voz de que mi hermano estaba en la droga y comenzaron a llamarme drogadicta a mí también». Asegura que incluso hubo un intento de agresión por parte de un alumno, «que fue castigado con sólo dos días de expulsión». «No tuve el apoyo de mis compañeros, ni siquiera del director, que me insistía una y otra vez en que pidiera una baja, llegando incluso amenazarme con llamar a la Inspección para que evaluara mi trabajo y poniendo en duda mi profesionalidad», reconoce.

Los problemas de su hermano continuaban agravándose en Barbate, llegando incluso a entrar en prisión, lo que complicó aún más la situación de María del Mar, que terminó tramitando la baja médica por una depresión que la mantuvo 18 meses alejada de la docencia y le costó la apertura de un expediente de jubilación. Una vez mejor, volvió a las aulas en otro centro. El destino fue Chiclana, donde lleva desde que comenzó el curso. «Ahora estoy muchísimo mejor, con ganas de ir a trabajar cada día», cuenta. María de Mar ha empezado de nuevo, cambiando incluso su domicilio a Chiclana, donde ahora cuida también de su hermano. Pero ese traslado temporal expira en junio con el final del curso y teme que superada la depresión, tenga que volver de nuevo al colegio barbateño.

En trámites

Asegura que ya está preparando la documentación para volver a solicitar una nueva comisión de servicio, pero duda de que se la concedan y por eso mismo, el pasado sábado interpuso una nueva denuncia ante el juzgado número 4 de Cádiz en la que dejaba constancia del «trato denigrante» que sufrió en el centro y de la «falta de interés» por parte de la Guardia Civil de esclarecer lo ocurrido con el robo de su teléfono móvil. Se muestra convencida de que los problemas legales y de adicción de su hermano han influido en ese trato.

Sobre la posibilidad de volver al colegio insiste en que «sería lo último, porque se volvería a repetir la pesadilla en la que estuve viviendo». Señala que ya ha pedido el traslado definitivo, pero aún es demasiado pronto y no cuenta con la antigüedad suficiente para tener esa opción.

Por su parte, fuentes de la Delegación de Educación de la Junta confirmaron que María de Mar Sheldon disfruta actualmente de una comisión de servicios en un centro de Chiclana, aunque no por motivos de acoso escolar. También informaron de que actualmente se encuentra abierto el plazo para solicitar ese traslado temporal que se valora y se concede tras analizar cada caso.