MUNDO

Obama y Hollande exhiben su sintonía

«Hagamos más cosas juntos», propuso el presidente de EE UU a su homólogo galo, que cerró filas con Washington en los temas más espinosos

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Siria se desmorona y Naciones Unidas está «lejos de lograr su meta» de devolver estabilidad al país árabe consumido por una sangrienta guerra civil. Barack Obama expresó ayer su «enorme frustración» por la evolución de un conflicto para el que no se vislumbra una solución en el plano diplomático. A la vez volvió a descartar cualquier tipo de intervención directa de EE UU en la zona.

Por lo escuchado en la comparecencia conjunta con el presidente francés, François Hollande, la encrucijada siria es el reto más serio que afronta la comunidad internacional. «Ahora mismo creemos que no hay una solución militar», señaló el mandatario norteamericano, que destacó como único logro el acuerdo alcanzado con el presidente Bashar el-Asad para destruir el arsenal de armas químicas del régimen. Obama prometió seguir explorando vías para resolver un problema «angustioso no sólo por lo que le está sucediendo al pueblo sirio sino por la peligrosidad que conlleva para toda la región».

Aun con el reconocimiento expreso a esas dificultades, la visita de Hollande a Washington ha servido para escenificar una unidad de acción entre ambas potencias que puede servir para reforzar la cooperación en los diferentes frentes abiertos, Siria en primer lugar. Sobre Irán, Obama recibió el espaldarazo de su homólogo galo en el acuerdo alcanzado con Teherán para una retirada progresiva de las sanciones económicas si el Gobierno de Rohani cumple con las exigencias sobre su programa nuclear.

«Permanecer unidos y usar nuestra libertad para mejorar las vidas de nuestros ciudadanos, eso es lo que hace a Francia, uno de nuestros aliados más cercanos», dijo Obama ante una sala repleta de periodistas. La cooperación actual entre ambos países «era impensable hace una década», subrayó luego en alusión al distanciamiento vivido cuando Francia se opuso a la invasión estadounidense de Irak.

Pero no todo ha sido coser y cantar entre estos dos hombres que ahora se las prometen felices. El escándalo protagonizado por la Agencia Nacional de Seguridad, que durante meses espió a Hollande lo mismo que a otros líderes europeos, dejó maltrechas las relaciones entre los dos aliados. Muchas garantías ha tenido que ofrecer Obama a su homólogo para que éste proclamara ayer que «la confianza mutua se ha restablecido». Unos minutos antes, el inquilino de la Casa Blanca se comprometió a «asegurar que estamos protegiendo y preocupados por el derecho a la privacidad no sólo de los estadounidenses, no solo de nuestros ciudadanos, sino de los de todo el mundo».

Luego matizó que EE UU, al igual que Francia y otros socios en la Unión Europea, sigue preocupado por las potenciales redes terroristas que pueden cometer atentados y «matar a personas inocentes».

La última visita de Estado de un mandatario francés a Washington, un evento de altos vuelos como el de ayer, tuvo lugar en 1996, cuando gobernaban Jacques Chirac y Bill Clinton. «Más países deben reforzar y asumir responsabilidades de liderazgo, y eso es lo que EE UU y Francia están haciendo juntos», proclamó Obama ante su invitado. «Hagamos más cosas juntos», añadió el presidente estadounidense. De igual manera, Hollande destacó que París y Washington también lo están de cara a los grandes desafíos del momento. «Estamos juntos para combatir el terrorismo, juntos para responder a la amenaza de la proliferación de armas nucleares y químicas, juntos para resolver las crisis del Medio Oriente, juntos para hallar una solución en Siria, juntos para el desarrollo de África, juntos, siempre juntos, para luchar contra el cambio climático», afirmó.

Como elegir entre sus hijas

El mandatario francés ha dado un cariz histórico a su visita al otorgar la Legión de Honor a uno de los soldados desconocidos enterrados en el cementerio nacional de Arlington, en Washington, y condecorar a seis veteranos de la Segunda Guerra Mundial en Fort Myer. «Como las generaciones antes que nosotros, tenemos ahora la tarea no sólo de preservar nuestra alianza, sino de renovarla para los nuevos tiempos», puntualizó por su parte Obama.

Entre tantos parabienes, el presidente norteamericano no olvidó un guiño a Reino Unido, su histórico aliado al otro lado del Atlántico. «Tengo dos hijas, las dos son geniales y maravillosas, y nunca elegiría a una sobre la otra. Así es como me siento sobre mis excepcionales socios europeos, todos son excelentes a su manera», aseguró Obama en referencia a los dos miembros de la Unión Europea.