Militares libaneses, instantes después de los ataques contra la Embajada iraní en Beirut en noviembre. :: ANWAR AMRO / AFP
MUNDO

Muere en un hospital el líder del brazo de Al-Qaida en Líbano

Las autoridades aseguran que Majid al-Majid, jefe de las Brigadas Abdalá Azzam que atentaron contra la Embajada iraní, falleció por un fallo renal

BEIRUT. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La muerte del saudí Majid al-Majid en el hospital militar libanés en el que permanecía bajo custodia ha descabezado a las Brigadas Abdalá Azzam, el brazo de Al-Qaida en el país. Considerada desde 2012 una organización terrorista por EE UU, el grupo reivindicó el doble atentado contra la Embajada iraní en Beirut que el pasado 19 de noviembre acabó con la vida de 23 personas. Al-Majid, detenido hace diez días por los servicios secretos tras entrar de forma ilegal al territorio, padecía una insuficiencia renal aguda que sumada a la falta de diálisis le provocó su fallecimiento, según precisaron las autoridades.

El alto mando de las Fuerzas Armadas confirmó, en un comunicado, que Al-Majid murió «tras el deterioro de su estado de salud», sin ofrecer más detalles. No obstante, la Agencia Nacional de Noticias libanesa añadió que el estado de salud del cabecilla insurgente «era grave» y desde el viernes permanecía en coma. En cualquier caso, un fiscal militar ya ha pedido que se le practique la autopsia para certificar las causas del fallecimiento y alejar así cualquier atisbo de sospecha que pueda alentar actos de venganza por parte de sus seguidores.

Las autoridades libanesas han extremado las medidas de seguridad a raíz del arresto de Al-Majid el 26 de diciembre y no descartan que su muerte pueda arrojar más inestabilidad en un país cuya herida sectaria se ha agrandado a causa de los efectos directos de la guerra de Siria. Prueba de ello fue el ataque perpetrado hace tres días en el sur de Beirut, considerado el feudo de la milicia chií Hezbolá, que -al igual que Irán- exhibe su respaldo al régimen de Damasco. Ayer mismo, el Estado Islámico de Irak y el Levante, un grupo vinculado con Al-Qaida, asumió la autoría del atentado, que dejó seis muertos y 67 heridos.

Días antes de su arresto, el líder de la Brigadas Abdalá Azzam había resultado herido en la región de Al-Qalamun, mientras luchaba contra el Ejército de Bashar el-Asad en una zona considerada vital para el abastecimiento de la oposición armada. A causa de las lesiones sufridas, había sido ingresado con un nombre falso en un hospital y, a su salida, fue interceptado por los servicios secretos libaneses, según recoge el periódico 'L'Orient le jour'. El Gobierno constató su identidad al cotejar las pruebas de ADN con las de su familia.

Sin interrogatorio

Debido al precario estado de salud de Al-Majid, su interrogatorio había sido pospuesto. A la espera de una mejoría, el régimen de Irán se preparaba para enviar una delegación a Líbano que siguiera de cerca las pesquisas. Las intenciones de Teherán generaron el rechazo de Arabia Saudí, que había incluido al líder fundamentalista en su lista de 80 personas más buscadas.

Las Brigadas Abdalá Azzam deben el nombre al mentor de Osama bin Laden, un predicador palestino considerado el impulsor de la yihad global. La organización comenzó a operar en 2009 con base en Líbano. Durante estos años han dirigido ataques en países como Egipto, Irak, Siria, Jordania, Yemen, así como el lanzamiento de proyectiles contra suelo israelí.