También ultras y antifascistas por las calles catalanas

A pesar de que el Ministerio del Interior se había comprometido a no dejar pasar los tres autobuses llenos de ultras que desde diferentes puntos de España se dirigieron a Barcelona, la extrema derecha exhibió toda su parafernalia por la capital catalana, donde no tuvo reparos en defender sin ambages el uso de la violencia como medio para lograr objetivos políticos. «El mejor camino para derrotar a los independentistas es la violencia», afirmó Juan Pablo Peña, presidente de Alianza Nacional. Junto a él, pudo verse a uno de los asaltantes de la sede de la Generalitat en Madrid, el pasado 11 de septiembre.

Medio centenar de ultras, agrupados bajo la plataforma 'España en Marcha', se manifestaron entre la plaza de España y la montaña de Montjuïc donde lanzaron gritos contra Mas, Rajoy y la Constitución y vítores a favor de Franco y José Antonio Primo de Rivera. Militantes de Falange Española, España 2000, Democracia Nacional, Alianza Nacional y Nudo Patriota Español enarbolaron banderas nazis y preconstitucionales. Unos mil agentes de policía trataron de evitar que los ultras camparan a sus anchas por Barcelona y se mezclaran con alguna de la media docena de manifestaciones antifascistas que se celebraron en la ciudad.