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El curso de la vida

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Los humanos solemos tener la propensión de amarrarnos a las cosas y a los que nos rodean, negándonos a aceptar que nada nos pertenece. Ello nos impide salir de la 'zona de confort' y poder madurar definitivamente. El papel de los psicólogos, ante dramas tan impactantes como el accidente ferroviario, es precisamente hacernos comprender que las pérdidas son circunstancias inherentes a nuestra mortal condición y que cuanto de malo nos pasa no es fruto del maleficio, la propia torpeza o el castigo por nuestro mal hacer. Es el curso de la vida y conlleva siempre la oportunidad para adquirir conciencia de que nuestra grandeza estriba en la capacidad de hacer realidad las propias aspiraciones, al margen de la posesión de objetos o de la estabilidad emocional que las personas puedan aportarnos. Crecer hacia la perfección, decía Ana Novo en una de sus conferencias, es encontrar la satisfacción en la realización de nuestro propósito vital; en aquello que da sentido a esfuerzos y desvelos que nos tomamos.

El suelo que piso, el lugar que comparto a los pies de la heroica fortaleza del Puntal, está vinculado a multitud de momentos en los que parecía que el mundo se iba a acabar, porque aquella persona con la que intensamente habíamos vivido se marchaba. Ya nada sería igual. Sin embargo, a pesar de nuestras íntimas resistencias, unos salieron y otros entraron y, efectivamente, nada fue igual, pero eso no evitó que la vida continuase y que incluso años más tarde me sorprendiese a mismo emulando el proceder de cuantos admiré.

Empecé a comprender el sentido de sus tareas y del porqué me encontraba enfrascado en similares menesteres. En mi mente tengo sus nombres y en mi sentir su herencia. Ahora que te llega el turno, me niego Nati a hacer de tu marcha un acto triste. Has llegado bien a puerto. Celebro que hayas compartido júbilos y sinsabores con mucha gente de Puntales. Que observando principios y valores de tu comunidad, durante los últimos 30 años, hayas acogido y acompañado personas y proyectos. Sin duda nos dejas muchas cosas tuyas y te llevas otras tantas nuestras. Las usarás en la nueva singladura en pro del sueño por conseguir ese mundo distinto en el que crees.