Sociedad

Hagan sus apuestas... sin el cigarrillo

Los médicos de familia denuncian que los parlamentos de cinco comunidades autónomas se han aliado con la industria del tabaco Los españoles rechazan que se pueda fumar en los casinos

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los españoles quieren aire limpio en Eurovegas. Un 82% de los ciudadanos están en contra de cambiar la ley antitabaco para que se permita fumar en casinos y salas de juego, como pretende el magnate Sheldon Adelson. Los responsables de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) denunciaron ayer que cinco parlamentos autonómicos (Navarra, La Rioja, Canarias, Cantabria y Extremadura) se han aliado con la poderosa industria tabaquera para «boicotear» la directiva comunitaria que regulará la composición, los aromas y las advertencias que figurarán en las cajetillas.

Según una encuesta, en la que han participado 8.044 personas de todas las comunidades autónomas, apenas un 3,2% ve con buenos ojos la modificación de la ley que se aprobó en 2010 y que prohíbe fumar en cualquier espacio de uso colectivo, abierto al público y que no esté al aire libre. De prosperar la reivindicación de Adelson, Alcorcón (Madrid) se convertiría en la «ciudad de las adicciones», según Plácido Gascó, del grupo de abordaje del tabaquismo de la Semfyc.

Máquinas expendedoras

Con motivo de la celebración de la XIV Semana sin Humo, que se desarrollará del 27 al 31 de mayo, la sociedad científica redobla sus esfuerzos para combatir un hábito que causa 50.000 muertos al año. Gascó subrayó que a la población le disgusta cada vez más el humo del cigarrillo, hasta el punto de que un 66% lo considera «molesto o muy molesto». Dado que en el país la proporción de fumadores es del 24%, el dirigente de la Semfyc cree que se puede proclamar «España es un país que huele a humo».

El estudio revela que, aunque la ley se cumple en términos aceptables, ha naufragado en lo que atañe a la protección de los adolescentes, grupo en el que los enganchados a la nicotina se eleva al 23%. Para Gascó, está demostrado que los menores están accediendo sin problemas a las máquinas expendedoras de cajetillas, a pesar de que en teoría estas se hallan controladas por un mando a distancia para impedir la venta de tabaco a jóvenes. Esta permisividad también se percibe en las percepciones de los encuestados. Un 16% culpa a las autoridades de los incumplimientos de la ley por la falta de inspección, y más de la mitad (61%) cree que el fumador es el principal responsable de que en bares y restaurantes no se acate a rajatabla.

Los grupos de presión al servicio de las multinacionales del tabaco apremian a Bruselas para que suavice la nueva directiva que regulara los componentes que incluyen los cigarrillos. Las normas, según la sociedad científica, se han quedado anticuadas. Hoy los cigarrillos contienen un 10% más de nicotina, de manera que el tabaco ha aumentado su potencial adictivo. Una persona joven que se inicie en el hábito tabáquico se convertirá en un adicto en solo tres meses. Para mejorar el sabor de su producto, la industria tabaquera echa mano de edulcorantes y chocolate; añade mentol para enmascarar los efectos nocivos en el tracto respiratorio, y recurre a broncodilatadores como el cacao para conseguir inhalaciones más profundas. La futura norma de la UE pretende regular los aditivos, la presentación y el etiquetado de la cajetilla. La industria del ramo no está de brazos cruzados y ya ha conseguido, a juicio de la Semfyc, que las comunidades de Cantabria, Andalucía, Extremadura, Canarias y La Rioja se hayan opuesto a la norma invocando la necesidad mantener el empleo. De acuerdo con la Semfyc, es un argumento falaz, pues las sucesivas leyes para aminorar el porcentaje de fumadores no se tradujeron nunca en una destrucción de puestos de trabajo. «Son los mismos que pronosticaron la desaparición de 200.000 empleos y una caída de la facturación en el negocio hostelero del 30%, cosa que no ha ocurrido», aduce Gascó.

A la luz de los datos de la encuesta, el fumador español consume de media 13 cigarrillos al día. La mayoría se inició en la adicción a los 17 años, al tiempo que cada vez son más los españoles que quieren abandonar el cigarrillo. «Si el año pasado por estas fechas comprobamos que un 35% de los españoles había hecho algún intento por abandonar el hábito, este año ha aumentado hasta un 40%», sostiene el experto.

A los médicos de familia les preocupa mucho la incorporación de la mujer a esta dependencia. De hecho, los cánceres de pulmón en las mujeres han crecido un 33% en los últimos cinco años. Por añadidura, la mayoría de los encuestados, en concreto el 75%, ignora que los efectos del tabaco son más perniciosos en la población femenina.

de los ciudadanos consideran «molesto» el humo que despiden los fumadores.