Los soldados españoles atienden a un acto en la base de Herat. A la derecha, el manual. :: JAIME GARCÍA
Sociedad

Manual del correcto militar

Los soldados españoles reciben en Afganistán un listado de consejos prácticos para mejorar su presencia pública

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La imagen pública de los militares está cada vez más depurada. En Afganistán, una minúscula cuartilla como la palma de una mano contiene el manual del correcto uniformado. Son 23 pautas para tratar con los medios de comunicación y evitar el pánico escénico ante la cámara o la libreta del plumilla. Pero sobre todo, para no cometer excesos verbales que luego pasen factura, porque ejemplos existen muchos y recientes en las Fuerzas Armadas.

El primer punto del manual, aprobado por el Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa, es toda una declaración de intenciones: «Los periodistas son profesionales que ejercen un derecho», recuérdelo. Todo un 'pildorazo' contra la coraza que ha vestido históricamente a los militares. «Asesórese siempre que sea posible y procure hablar de lo que hace; piense en las respuestas: la rapidez no se refleja en la prensa escrita; o si no puede dar información veraz, es mejor que no conteste», aconseja la nota aprobada el pasado 8 de abril.

Después están las líneas rojas. «No proporcione información clasificada. No dé información que pueda afectar a la seguridad de las operaciones. No diga lo que nunca le gustaría ver publicado y no haga diferencia entre medios o se queje de su tratamiento», avisa.

Pero la madre de todas las alarmas para los uniformados son las reflexiones de contenido político, las más jugosas en ocasiones. «Nunca valore decisiones políticas», recuerda el manual como si fuera una orden. Un aviso a navegantes para evitar casos como el del general Pontijas, al que el ministro de Defensa le cortó las alas por criticar el soberanismo catalán en la revista del Ejército de Tierra que dirigía.

«Evite tocarse la barbilla»

La televisión es otro medio de alcance para los militares. Y la cuadrilla repartida por el Mando de Operaciones es muy certera. «Militar, recuerde, la mejor improvisación es la que está preparada, hable para la gente que va a ver el programa y empiece por la síntesis del mensaje», relata el manual. Para dar buena impresión al espectador «sea sencillo y natural, evite la arrogancia y no haga gestos bruscos», pero sobre todo, «evite tocarse la barbilla y suavice la expresión todo lo que sea posible».

Y para que el cuadro visual sea perfecto «conteste a su interlocutor, no se preocupe por la cámara y evite el uso de posturas relajadas en extremo». Estos son, en síntesis, las pautas que reciben ahora los uniformados en las misiones exteriores con el fin de mejorar su imagen pública.