CÁDIZ

El Programa de Tratamiento a Familias con Menores de la Junta atiende a unos 2.200 niños

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Los equipos de tratamiento a familias con menores en riesgo de la provincia atienden a una media anual de 2.200 niños. Así quedó recogido en la jornada técnica que acogió ayer la Delegación de Salud y Bienestar Social en la que participaron profesionales de Jerez, Campo de Gibraltar, El Puerto y la Diputación y se presentaron dos iniciativas del Instituto Andaluz de la Mujer. Este programa, que se desarrolla desde el año 2000, cuenta con profesionales que actúan de forma eminentemente preventiva para, de un lado, evitar las medidas de protección que conlleven la separación de un niño o niña de sus familiares, normalizando su funcionamiento a través de una serie de tratamientos, y, de otro, promover, en los casos que sea posible, la reunificación familiar de aquellos pequeños con ya hayan estado bajo medidas protectoras.

El delegado de Salud y Bienestar Social, Ángel Acuña, destacó ayer la importante labor de estos equipos «por el desarrollo y la mejora de muchas familias y menores de esta provincia».

Atención psicológica

La cita de ayer sirvió además para que la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Dolores Virués, compartiera y fomentara la coordinación con estos profesionales sobre dos actividades de su departamento en el que están involucrados menores en riesgo: el Servicio de Atención Psicológica a hijos de mujeres víctimas de violencia de género y el más novedoso Programa de Atención Psicológica para mujeres menores de edad que sufren esta lacra.

El primer programa, que data de 2009, tiene como objetivo mejorar el bienestar psicosocial y atender las necesidades socioeducativas de los hijos y hijas, de entre 6 y 17 años, de las mujeres que sufren o han sufrido violencia por parte de su pareja o ex pareja, y que son también víctimas. En concreto, este servicio pretende aumentar la autoestima, resolver conflictos psicológicos derivados de su situación, potenciar actitudes y comportamientos empáticos, así como eliminar los estereotipos y prejuicios de género. Con respecto a las madres, se les enseña a identificar señales de alarma previas a la reproducción de conductas violentas, a mejorar las relaciones