Sociedad

Tensión en el arranque del juicio por los implantes PIP

Más de 5.200 mujeres ejercen la acusación particular en Marsella por haber recibido prótesis mamarias adulteradas

PARÍS. Actualizado: Guardar
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Jean-Claude Mas y otros cuatro directivos de la empresa francesa PIP son juzgados desde ayer en Marsella por engaño y estafa mediante la fabricación de prótesis mamarias adulteradas. Más de 5.200 querellantes, de las que 220 son extranjeras, ejercen la acusación particular contra los presuntos responsables de haber empleado un gel con silicona industrial en los implantes defectuosos que recibieron. También buscan ser indemnizadas por el Estado o las compañías de seguros, ya que los acusados se han declarado insolventes.

«Cobro una pensión de 1.800 euros y no tengo ninguna otra actividad». Las palabras de Mas, de 73 años, en el interrogatorio preliminar del tribunal fueron recibidas con abucheos e insultos desde el fondo de la sala. La juez Claude Vieillard, presidenta de la corte, amenazó con expulsar a quienes perturbaran la serenidad de los debates. La tensión reinó en la primera ocasión en que se veían las caras las víctimas y el fundador en 1991 de la empresa Poly Implants Prothèses (PIP). «Yo quiero que Mas reconozca que nos metió veneno en el cuerpo y vaya a la cárcel», declaró una mujer. «Sabía lo que hacía pues falsificó los documentos», esgrimió otra afectada. «Yo no soy un cuarto de baño para que me pongan en el cuerpo un producto para tapar las juntas de la bañera», protestó una tercera.

La jornada inaugural del macroproceso, con asistencia de más de 300 mujeres damnificadas, se consumió en el examen de recursos y cuestiones de procedimiento. El juicio, previsto hasta el 17 de mayo, se celebra en un espacio de 4.800 metros cuadrados.

Se calcula que unas 300.000 prótesis PIP han sido distribuidas por el mundo. En Francia 30.000 mujeres recibieron estos implantes y la mitad ya se ha sometido a la explantación preventiva. Hay querellantes de Austria, Argentina, Reino Unido, Colombia, Venezuela y España, donde se estima en 18.500 las mujeres afectadas.