José Lupiáñez. :: LA VOZ
Sociedad

La literatura gaditana convence a la crítica

El roteño Ángel García López y el linense José Lupiáñez reciben el Premio Andalucía de la Crítica 2013 en las modalidades de poesía y ópera prima

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Carecen de la pompa publicitaria o de presupuestos desorbitados, hay decenas, cientos en España, que reconocen todos los géneros. Por nombre o trayectoria, en el mercado literario -entiéndase en el sentido de producción, que no de economía- coexisten los grandes premios con otros de, aparentemente, menor envergadura. Pero el boato no es siempre sinónimo de prestigio. Precisamente, la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios es un ejemplo de que la calidad no está reñida con la sencillez. Este año, hace apenas una semana, ha fallado sus XIX Premio Andalucía de la Crítica y dos de sus tres categorías han ido a parar a manos gaditanas. En poesía, ha sido merecedora de este reconocimiento la obra 'Posdata' del roteño Ángel García López, que hace dos veranos recibió el XXVI Premio Unicaja de Poesía por esta misma obra.

Igualmente, el jurado ha decidido por unanimidad conceder el Premio Ópera Prima a la obra narrativa 'El chico de la estrella y otros cuentos' (Port Royal) de José Lupiáñez, nacido en La Línea y que pasó su infancia y parte de adolescencia en El Puerto de Santa María. Precisamente, en su primera incursión en el relato corto, Lupiáñez rescata esos años de niñez, una etapa marcada por la luz de la Bahía. «Es un homenaje al territorio mítico de mi infancia, a mi patria», recuerda el escritor, que por su obra poética ya ha recibido premios como el Antonio Machado, el Juan Ramón Jiménez, el Luis de Góngora o el I Premio Nacional de Poesía Emilio Prados.

El autor linense, que fue miembro fundador de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos literarios, se siente complacido con el premio otorgado por sus compañeros, en tanto en cuanto, «ha sido por unanimidad, cuando normalmente una obra distinta a lo normal suele suscitar citar polémica». De 'El chico de la estrella' han valorado su «lenguaje sabiamente poético y la atmósfera de visionario realismo». El escritor lo simplifica aún más: «es una obra limpia y clara», explica. Unos textos sin cargas accesorias y que persiguen, ante todo, tatuarse en los corazones y las mentes de los lectores. Especialmente reconocibles serán estas historias entre los gaditanos de aquellos años 60 y 70 que avanzaban hacia el final del Franquismo. Universales son los temas que aborda, las clases en la escuela, el descubrimiento del dolor, los primeros amores... Al tiempo, Lupiáñez recupera los paisajes de la provincia y, en medio de esa atmósfera, retrata la España que antecedió a la Transición. «He querido que el libro tenga una lectura fácil pero, ante todo, he buscado que las historias dejaran un poso en el lector, que no fueran fáciles de olvidar», destaca el autor, que en la actualidad reside en la localidad granadina de Motril, desde donde continúa su carrera literaria, centrada especialmente en la poesía y la crítica.

Libro de añoranza

Hace dos años, cuando le concedieron el Unicaja de Poesía, el roteño Ángel García López, declaró a LA VOZ que su obra, 'Posdata', «es un ajuste de cuentas con mi vida y con lo que no debería haber sucedido». El poemario, que muestra las diferentes aristas de la pasión humana, ha sido en esta ocasión reconocido por la AAEC, en virtud de su capacidad para hacer fluir en sus versos, la vindicación y el pesimismo, lo banal y lo artístico. « Luces y sombras de la existencia marcadas por la presencia de la muerte. Ante ella García López se revela incisivo, sañudo, encarnizado; pero también pleno de sabiduría, iluminado y luminoso. El mejor Quevedo brota en versos feroces con los que pretende resarcir las heridas de las viejas batallas. O, en sentido opuesto, se erige la exaltación de la vida. Libro de añoranza, de despedida, de culmen. Crítico e irónico pero a la vez tintado de dolor, de vida, de humanidad», destaca la asociación en su fallo.

La entrega de estos premios se llevará a cabo en Huelva el próximo 3 de mayo. Consiste en la entrega de sendas estatuillas creadas por el escultor, de fama internacional, Andrés Alcántara y reproducidas por la Escuela del Mármol de Andalucía.

Los reconocimientos a estos literatos gaditanos llegan apenas un mes después de que otro paisano, el poeta, novelista y ensayista gaditano Antonio Hérnandez recibiera el Premio de las Letras Andaluzas Elio Antonio de Nebrija que concede la Asociación Colegial de Escritores de Andalucía (ACE) con el fin de poner de relieve la obra general de un autor nacido en la comunidad, o que resida en ella, y que por su trayectoria profesional como escritor, de carácter excepcional, se haya hecho acreedor del reconocimiento de los escritores andaluces. Buenos tiempos para la escritura gaditana, para su lírica sobre todo. Al menos, en lo que importa, en que se reconozca y se dé a conocer. Desde pequeños espacios, a la grandeza de la humanidad.