CÁDIZ

VENGAN COPLAS YA

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Primer domingo de 2013. Día de Reyes. Acabamos de tomarnos las uvas, aún no hemos terminado de abrir los regalos y ya tenemos aquí... el Carnaval. En una semana ya estamos metidos en el Falla para contar un nuevo concurso. Para ver si el Selu y el Love mantienen el pulso del año pasado o si se cuelan otra vez en la pelea Remolino o el Canijo. Para odiar o adorar a Juan Carlos Aragón -según nuestro grado de fanatismo comparsil-. O para alegrarnos si este año por fin Gago se lleva el primero en cuartetos ahora que tiene el camino más expedito. El COAC ya está aquí y durante más de un mes nos inundará.

Pero este año, más que nunca, lo importante no será el concurso, sino la calle. Con la que llevamos encima, el Carnaval se hace más necesario que nunca. El Carnaval en estado puro. Debemos recuperar su esencia. Disfrutar de unos días de evasión, de diversión. Que en una fiesta como la nuestra lo que menos se necesita para disfrutarla es parné. Es complicado decirle a un gaditano de a pie que es tiempo de sonreir. Cuesta que el ánimo alcance para echarse a la calle a pasar un rato de diversión con los amigos.

Pero es absolutamente necesario hacerlo. Pregúntenle a cualquier psicólogo. Qué mejor terapia que pintarse dos coloretes, o un bigote, o ponerse unas gafas con una nariz y echarse a la calle. A nadie le va a hacer daño. Se trata de disfrutar, de emocionarse con una copla o tirarse al suelo de risa con un romancero. De coger un buen sitio el lunes de coros en el Obispado, o en Correos, y no soltarlo. De darse una vuelta por el Pópulo el miércoles de Carnaval y hartarse de ilegales. De escuchar a Julio Pardo en la Viña. De tragarse decenas de cuplés en San Agustín o Candelaria. De reirse. Punto.

Aún estamos con el espirítu navideño en el cuerpo, el consumista. Que está bien, cada uno en la medida que pueda. Pero en unas horas hay que sacudírselo y cambiar el chip a modo popurrí, que este sí está al alcance de todos por igual. Ya nos han dicho por activa y por pasiva que este 2013 va a ser primo hermano del 2012. Así que ya sabemos lo que hay. No está el cuerpo para fiestas. Pero la nuestra es una excepción. Para muchos es mucho más que eso, es un modo de entender la vida.

Sonriamos. Aunque sea por unos días. Alimentemos el tópico, que dinero no tenemos pero arte sobra por aquí. Aprovechémonos. Riamos, que son dos días. Venga coplas ya.