Mario Draghi, en su comparencia de ayer, en la que anunció que el BCE mantiene los tipos en el 0,75%. :: LISI NIESNER / REUTERS
Economia

El BCE ignora al Ejecutivo y rechaza fijar un tope para la prima de riesgo

Draghi alude a la «independencia» de la entidad y se niega a garantizar una rebaja hasta los 200 puntos si España pide el rescate

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La letra pequeña del hipotético rescate de España está cada vez más clara. El presidente del BCE, Mario Draghi, despejó ayer una de las dudas más importantes al negarse a fijar «por adelantado» un tope para la prima de riesgo en caso de que el Gobierno de Mariano Rajoy pida el salvavidas. El 'no' del jefe del banco central implica que los intereses de la deuda española quedarían en manos de la entidad, lo que podría traducirse en una rebaja mínima de la presión de los mercados a cambio de un alto precio. El organismo monetario articuló el pasado verano un plan para la compra masiva de bonos. El requisito central del programa es que el Ejecutivo español pida auxilio a la UE y acepte nuevos ajustes.

Rajoy, que sigue sopesando las ventajas e inconvenientes del rescate, desveló el martes que todavía necesitaba aclarar algunas cuestiones «pendientes» antes de tomar una decisión. El presidente citó expresamente el impacto real de la compra de deuda por parte del BCE y reclamó que la prima de riesgo caiga en picado hasta los 200 puntos, más de la mitad de su nivel actual. «Si nos quedamos en el mismo precio que hay no tiene sentido», agregó. Draghi le respondió este jueves sin rodeos. «No se puede garantizar nada por adelantado», remarcó convencido de que la entidad debe actuar con «total independencia». Pese a su negativa, el italiano insistió en que están «preparados» para intervenir, pero que el Gobierno español tiene que dar el primer paso.

El rechazo a establecer un tope para la prima de riesgo se une a la larga lista de condiciones fijadas por el BCE para comprar deuda. De entrada, el Gobierno tiene que pedir el rescate al resto de integrantes del club del euro. Sería suficiente con una modalidad blanda como una línea de crédito preventiva, pero se exigirían una serie de condiciones tanto en el campo de los ajustes como en el de las reformas. Una vez cumplidos estos requisitos, el banco central decidiría en paralelo si su intervención está justificada. Aunque este último paso se interpreta como un mero trámite, la entidad monetaria se reserva el derecho a interrumpir la adquisición de bonos si España afloja con los recortes acordados.

Mejoría «visible»

El BCE, que sufre fuertes presiones del Bundesbank alemán, siempre ha defendido que su intervención en los parqués no se quedaría corta. Incluso, se ha asegurado que internamente sí que fijaría límites para la prima de riesgo. Ayer, Draghi eludió parecer tan contundente como en otras ocasiones, pero recordó que el plan se diseñó para extirpar las dudas sobre la supervivencia del euro y proteger a los socios de las turbulencias generadas por estas especulaciones. Además, explicó que desde su puesta en marcha a primeros de agosto la «confianza» en los parqués ha aumentado «visiblemente». Los expertos más optiministas sugieren que el programa no tendrá que aplicarse jamás porque el banco central ya ha garantizado el futuro de la moneda única.

Draghi se expresó con su cautela habitual, pero admitió que tanto España como Italia han realizado «progresos sustanciales» en el último año. Como ejemplo del impacto de estos sacrificios, apuntó que los dos países habían cubierto ya sus necesidades de financiación para 2012. «Es una situación que no habíamos visto durante algún tiempo», anotó antes de animar a Roma y Madrid a seguir con las reformas para afianzar la tregua en los parqués. «Cuanto antes lo hagan, antes se normalizarán las condiciones», pronosticó.

El jefe del BCE compareció en Fráncfort tras la reunión mensual de la entidad. Como estaba previsto, apostó por mantener los tipos de interés en el histórico 0,75%. La lectura general fue que seguirán en ese nivel a corto plazo, aunque algunos analistas creen que Draghi podría preparar otro recorte. La rebaja buscaría ayudar a estimular el crecimiento en un momento muy delicado para la zona euro ante la constatación de que la crisis también empieza a golpear a Alemania. El BCE empeorará el próximo mes su pronóstico sobre la evolución del PIB en el bloque. Pese al pesimismo reinante, Draghi dijo que la recuperación será «lenta pero sólida».