El presidente del BCE, Mario Draghi, durante una visita esta semana al Bundestag alemán en Berlín. :: JOHANNES EISELE / AFP
Economia

El rescate de los bancos avanza y el FMI quiere liquidar ya a los inviables

La Unión Europea despeja el camino para que las recapitalizaciones puedan arrancar en noviembre

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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España superó ayer el primer examen asociado al rescate bancario. Tras casi dos semanas de trabajo, la Comisión Europea, el BCE y el FMI certificaron que el Gobierno cumple con los compromisos estipulados en el contrato que regula el salvavidas. El visto bueno de las tres instituciones desbroza el camino para que las recapitalizaciones de las entidades nacionalizadas puedan arrancar en noviembre. El Fondo, que actúa en calidad de supervisor independiente, se desmarcó con un análisis más afilado y pidió al Gobierno que no le tiemble el pulso con la liquidación de los bancos inviables. El organismo monetario reclamó que los cierres se lleven a cabo «cuanto antes» y se eviten fusiones injustificadas.

Los inspectores de la 'troika' internacional, bautizados por Cristóbal Montoro como los 'hombres de negro', desembarcaron en Madrid a principios de la semana pasada. Como sucede con los tres países acogidos a un rescate integral, los especialistas se desplazaron hasta la capital para verificar la aplicación de las medidas recogidas en el Memorando de Entendimiento, el contrato que guía el desarrollo del salvavidas. En virtud del acuerdo alcanzado con el Gobierno, la Comisión y el BCE encabezan la supervisión, mientras que el FMI cuenta con un papel secundario y de carácter mucho más técnico. El Fondo, que tiene fama de ser más riguroso que sus colegas europeos, no contribuye al paquete de 100.000 millones reservado para sanear el sector.

Respetando el reparto de funciones marcado por el memorando, las tres instituciones difundieron análisis distintos. La Comisión y el BCE suscribieron unas conclusiones conjuntas en las que subrayan las «intensas y productivas» negociaciones con el Gobierno de Mariano Rajoy. El documento de los organismos europeos destaca que desde la puesta en marcha del rescate el pasado julio «las condiciones en los mercados han mejorado y las tensiones se han reducido». Pese a esta coyuntura más favorable, se recuerda que la parte más débil del sector financiero afronta «desafíos cruciales que requieren una actuación decisiva».

'Banco malo'

La Comisión y el banco central completan su exposición con un examen de la «compleja» legislación necesaria para impulsar el saneamiento bancario. El dúo comunitario admite que el Gobierno tiene este trabajo «bien avanzado» y enfatiza que el rescate en su conjunto se encuentra «encarrilado». Como prueba de la buena marcha del programa, se precisa que ya se ha cerrado un acuerdo con el Ejecutivo para la entrada en funcionamiento del 'banco malo' el 1 de diciembre. Las dos instituciones estiman que la entidad concebida para absorber los activos tóxicos es una de las «piedras angulares» del salvavidas.

El FMI coincide con el tono positivo de las instituciones comunitarias, pero realiza una lectura más exigente. El Fondo recuerda que las recapitalizaciones deben acometerse «rápidamente» para disipar cualquier duda en los mercados. Dentro de este proceso, pide al Gobierno que las liquidaciones de las entidades «no viables» se completen «cuanto antes». «Las fusiones que no generen valor claramente deberían evitarse», agrega el organismo dirigido por Christine Lagarde antes de recordar la necesidad de agilizar el flujo del crédito. En cuanto al 'banco malo', reconoce los avances con la legislación, aunque avisa de que se requerirá «un gran esfuerzo» para cumplir los plazos previstos.

El comisario de Economía, Olli Rehn, recibió «calurosamente» los resultados del primer examen trimestral del rescate. El responsable finlandés precisó que el próximo paso será la presentación en noviembre de los planes de reestructuración de las entidades. Siguiendo la normativa comunitaria que se ha aplicado con todos los bancos auxiliados con dinero público, Bruselas deberá avalar que estas entidades son viables.