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Un intento de secuestro 'chapucero' acaba con tres detenidos, incluida la víctima

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El director de cine Berlanga podía haber sacado provecho de lo ocurrido en Arcos para uno de sus guiones. La víctima de un intento de secuestro que acaba detenida junto a sus captores, los cuales, por su forma de proceder, evidenciaron una escasísima experiencia en detenciones ilegales.

Fuentes de la Guardia Civil lo confirmaban ayer a este medio. El pasado lunes, un individuo recurría al 112 para avisar que acababa de ser víctima de un intento de secuestro. Aportó, además, los datos del vehículo donde viajaban sus captores y del cual había logrado bajarse en la carretera A-372, que une las localidades de Arcos y El Bosque. Esa información permitió a una patrulla del Instituto Armado interceptar un turismo, modelo Renault Megane, en el punto kilométrico 4 de la citada vía y detener a sus dos ocupantes como los presuntos responsables de un delito frustrado de detención ilegal.

La víctima relató a los agentes que había quedado con ellos en Bornos. Asegura que los conoce desde hacía varios meses cuando llegaron a la provincia para afincarse en la Sierra. Se trata de dos jóvenes, de 22 y 23 años, naturales de Madrid y que tienen sus últimos domicilios conocidos en dos localidades madrileñas (Fresno de Torote y Torrejón de Ardoz). Ninguno tenía antecedentes policiales hasta el lunes.

Los tres se subieron en un coche, ocupando la víctima los asientos traseros. Cuando vio que se desviaban del camino previsto, les preguntó el motivo y el conductor le dijo que se iban hacia Madrid donde iban a matarlo. Tenían una deuda pendiente, de solo 200 euros, que les debía de una venta de hachís.

La víctima, identificada como Lázaro David C. R., conocido como Lazarito, vecino de Jerez y con numerosos antecedentes, llevaba consigo una navaja y su teléfono móvil, que los secuestradores no se habían preocupado en quitarle. Siguiendo con su relato, le colocó al copiloto el arma en el cuello y le amenazó con pincharle si no detenían la marcha. Asegura también que le dio tiempo a llamar a su padre sin que los secuestradores se dieran cuenta, para que pudiera oír lo que estaba pasando. Finalmente, los supuestos captores detuvieron el vehículo y lo dejaron marchar. Fuentes de la Guardia Civil confirmaron que la víctima también fue detenida por un supuesto delito contra la salud pública.