El Oratorio será sede de muchas reuniones, al igual que el pasado mes de marzo. :: ÓSCAR CHAMORRO
CÁDIZ

EL ÚLTIMO DOCE: EL TURNO DE LOS ATRILES

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Desde el mismo paraíso Cádiz contemplaba ante sus ojos el futuro de esa España que se gestaba metros abajo. Alejada, pero presente, la ciudad se hacía notar en unas sesiones encendidas, a veces eternas, a veces vehementes, en el que la clase política asentaba los primeros valores democráticos de la historia. Y Cádiz, ahí, apostada sobre la baranda de una galería elíptica. La misma que dio nombre a todas las partes altas de los teatros españoles. Una angosta escalera en el Oratorio San Felipe Neri, coronada al final por 'Paraíso de las almas', que llevaba a las partes altas del templo filipense. Ése era el espacio reservado para los espectadores en una distancia tan real como simbólica. Cádiz vivía preocupada del sitio francés, más que por las reuniones institucionales que se celebraban en el Oratorio. Sin embargo, por el rabillo del ojo, no perdía cuenta de lo que se trataba en el improvisado hemiciclo. La historia no dista tanto de este 2012 que ya ha consumido más de la mitad. Meses de celebraciones intensas, callejeras, lúdicas y festivas. El 18 de marzo, la Magna, Carlinhos Brown, la Regata darán paso a cuatro meses bien distintos. El Doce pone el ojo ahora en los actos institucionales, las reuniones de más alto nivel de las que Cádiz será sede. Igual que aquellos años de principios del XIX, la ciudad será sede de citas claves, esta vez con un peso tan institucional como internacional.

Exposiciones, conciertos y conferencias que aún quedan por venir al margen; los últimos cuatro meses del año estarán marcados por la Bienal de Arquitectura y Urbanismo (BIAU) y la XXV Asamblea del Consejo Europeo de Municipios y Regiones de Europa (CEMR). Las dos se celebrarán en septiembre. La BIAU será del 10 al 14 y el CEMR, del 26 al 28. A ellas habrá que sumar una cita que se erige sobre las demás, la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado que acogerá Cádiz el 16 y el 17 de noviembre.

Entre todas ellas sumarán unos 5.000 asistentes, sin embargo la clave está más allá de lo cuantitativo. Las reuniones pondrán a Cádiz en el punto de mira del mundo iberoamericano y europeo en unas convocatorias que avanzan viento en popa. Buena muestra de ello es la propia Cumbre de Jefes de Estado. De los 22 países participantes, de forma oficiosa y por medio de visitas o ruedas de prensa, «todos los países salvo Venezuela, Argentina y Cuba han manifestado su intención de acudir a la Cumbre al máximo nivel», como confirma el propio Ministerio de la Presidencia.

Así las cosas, la Cumbre de Cádiz recuperará el brillo perdido en las últimas citas, en las que el éxito de convocatoria fue mucho menor. Tanto en el Gobierno como anfitrión, como en los países participantes, hay mucho interés por que el encuentro gaditano sea todo un éxito. Buena muestra de ello es la confirmación de asistencia de Dilma Rousseff, presidenta de Brasil. Su presencia tendrá un importante efecto llamada. De hecho, esta misma semana el nuevo presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, señaló que viajará a Cádiz en noviembre.

Con estas perspectivas, la Unidad de Apoyo del Comité Organizador de la Cumbre no ha conocido tiempo de vacaciones. A tres meses exactos de la cita, la logística previa avanza rápida. Tal y como adelantó LA VOZ el pasado mes de mayo, las sedes serán el Gran Teatro Falla para la inauguración del día 16, el Palacio de Congresos para las sesiones y el Oratorio. Igualmente, los asistentes (en citas anteriores la cifra se ha movido en los 3.000) serán alojados en la propia capital y las ciudades de alrededor. Cádiz se ha reservado para asistentes especiales (como el propio Rey que, previsiblemente, se alojará en el nuevo Parador), mientras que las delegaciones oficiales (cada una trae de 700 a 900 personas) se quedarán en Sancti Petri, como confirman desde el Ministerio de la Presidencia. Por su parte, los periodistas se alojarán en Cádiz y en municipios cercanos (San Fernando, Jerez o El Puerto).

Todas estas cuestiones se cerrarán en una visita del Comité Organizador con representantes de los países participantes (embajadas y personal desplazado expresamente), que estarán en la ciudad a primeros de octubre, para explicarles detalles como la seguridad o el protocolo. Será días antes de una de las reuniones previas a la Cumbre (que se vienen celebrando por toda España y que se retoman ahora en septiembre) que acogerá la ciudad. Será el 8 y el 10 de octubre y citará a parlamentarios europeos y latinoamericanos en la Eurolat.

Ciudades europeas y americanas

Igualmente emblemática será otra cita marcada en el calendario, antes que la gran Cumbre. La Asamblea del CEMR congregará en la ciudad en torno a mil asistentes que atraerá al mundo del municipalismo para debatir sobre las estrategias para salir de la crisis. La cita de Cádiz se quiere que también sea emblemática. Por ello, se aprovechará el guiño de que la capital sea la ciudad más iberoamericana de Europa para invitar a electos de ciudades de Europa y América. Será bajo el nombre 'Los lazos europeos y latinoamericanos'. En el encuentro se prevé la asistencia del alcalde de San José de Costa Rica y del presidente de la Federación Latinoamericana de ciudades, municipios y asociaciones de gobiernos locales de Argentina, entre otros. El guiño transoceánico (por primera vez en una CEMR) promete marcar esta edición, cuya organización ya trabaja en cerrar el programa definitivo. De momento, Cádiz, San Fernando y Chiclana servirán como alojamiento a esta cita.

Y es que el beneficio económico de estos encuentros será la repercusión más directa que vivirán unos ciudadanos, ante el escaso margen a la participación. De hecho, las reservas hoteleras para esos días ya están en marcha. A eso habrá que sumar el beneficio directo en la hostelería, gracias al público que mueve estas citas y el indirecto de vender la imagen de Cádiz como sede de grandes eventos.

De las tres grandes convocatorias que están por venir, solo una promete contar con la ciudadanía como pilar, la Bienal de Arquitectura. Víctor Manuel Gómez, decano del Colegio de Arquitectos, resalta la importancia que tendrá para Cádiz la cita más inmediata de las previstas. De hecho, la semana del 10 al 14 habrá un programa con vías 'paralelas'. Además de las sesiones puramente académicas que se celebrarán en el Gran Teatro Falla, habrá conferencias de primer nivel y exposiciones que persiguen implicar a la ciudadanía.

De ahí que la BIAU plantee citas con gente de diversos colectivos en conversatorios, como uno de Sostenibilidad y Gastromía que traerá a cocineros de la talla de Ángel León. Los arquitectos Oriol Bohigas, Juan Navarro Baldeweg y Avaro Siza o el propio diseñador Javier Mariscal serán algunos de los presentes en unos días que dotarán de contenido el Baluarte de la Candelaria, el Colegio de Arquitectos, el Centro de Arte Contemporáneo, el Oratorio y la Casa Pinillos que acogerá una exposición donde se mostrará, entre otros, dibujos de Álvaro Siza o una muestra de los 35 años de arquitectura española en democracia. De hecho, el peso de la Bienal recaerá en estos actos dirigidos a gaditanos, visitantes y participantes del encuentro, más que en los propios datos cuantitativos del encuentro. En total, se prevé que serán 800 asistentes. Una cifra que puede que ni siquiera se supere, al tener la dificultad añadida de celebrarse en Europa, pese a ser iberoamericana.

Aún así se espera que la influencia en la ciudad «sea muy importante», como resalta Gómez. Precisamente, a los arquitectos les tocará romper el hielo de las grandes citas institucionales del año que se aproximan. Los últimos cuatro meses del Bicentenario: el turno de los atriles.