Mario Monti y Mariano Rajoy, en la rueda de prensa conjunta que ayer ofrecieron en Moncloa. :: MANUEL H. DE LEON / EFE
Economia

Rajoy y Monti se resignan ante los dictados del Banco Central Europeo

Los dos dirigentes eluden concretar si pedirán ayudas y ven «positiva» la apuesta del organismo por la irreversibilidad del euro

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los jefes de Gobierno de España e Italia prefieren ver la botella medio llena. Consideran «positiva» la actuación del Banco Central Europeo, con la esperanza puesta en que su convicción sobre la irreversibilidad del euro le lleve a actuar con una mayor contundencia si se llegara a una situación límite para la supervivencia de la moneda única. De momento, Mario Monti y Mariano Rajoy, que mantuvieron ayer un encuentro en el Palacio de la Moncloa coincidente en el tiempo con los anuncios de la dirección del BCE, eludieron concretar si pedirán auxilio. Pero Mario Draghi había sido muy claro poco tiempo antes: si algún Estado opta por la ayuda, que la demande explícitamente.

Quien quiera un soporte financiero directo, tendrá que pedir socorro al fondo de rescate, concretó el responsable del BCE, a sabiendas de que los dirigentes políticos de España e Italia, los dos países más vulnerables ante la constante ofensiva especuladora de los mercados, se resisten con todas sus fuerzas a presentar una demanda oficial. Sin duda, por el coste político que puede acarrear tal decisión. Pero tampoco están claras las consecuencias que semejante petición supondría para el conjunto de las economías nacionales. Mientras unos sectores afirman que sería mejor un rescate 'cuanto antes', otros recuerdan que la penalización de los mercados será, si cabe, aún más dura.

Draghi no se salió del guion en su discurso, de manera que Rajoy y Monti optaron por plegarse ante la posición del BCE, y así lo pusieron de manifiesto en la conferencia de prensa conjunta que celebraron poco después de que el presidente de la institución emisora europea diera a conocer los mimbres de su estrategia. El presidente de la autoridad monetaria europea incluso sugirió que los medios habían interpretado mal las palabras de extremo compromiso que, días atrás, pronunció respecto a las actuaciones en defensa del euro, cuando afirmó que «el BCE hará todo lo que sea necesario para mantener el euro y, créanme, esto será suficiente». Fueron las reflexiones que desgranó en el curso de una conferencia con inversores celebrada en Londres, según fueron reproducidas por la agencia Bloomberg.

Haciendo de la necesidad virtud, los líderes de España e Italia se aferraron ayer a los matices más positivos de las nuevas declaraciones de Draghi, marcando distancias respecto a las demandas. Y así Mario Monti, el jefe del Ejecutivo del país transalpino, que culminó en la Moncloa una gira de encuentros con líderes políticos de la zona euro, dejó claro que Italia no va pedir un rescate -«por suerte, no lo necesitamos», afirmó-, pero sin descartar que la presión de los mercados pueda requerir «acciones de acompañamiento» para combatir de esta forma primas de riesgo excesivas.

Costes inaceptables

Rajoy eludió responder directamente estos planteamientos. Se limitó a celebrar las manifestaciones de Draghi, para quien las presiones que sufre España en los costes de financiación «son inaceptables y deben ser resueltas». El presidente del Gobierno ni siquiera entró a juzgar si el BCE debe optar por llevar a cabo operaciones directas en el mercado secundario -la reanudación del programa de compra de deuda- o si resultará más eficaz la anunciada 'actuación excepcional' de las próximas semanas.

En todo caso, insistió el presidente del Ejecutivo, el Gobierno de España seguirá trabajando para cumplir los compromisos de déficit, reducir el nivel de deuda, aplicar las reformas estructurales y «aún consciente de que estas medidas no gustan a la mayoría de los españoles, se propone trabajar en pro del futuro de Europa».

«No voy a cambiar de opinión cada dos por tres», afirmó. Mariano Rajoy, que este viernes comparecerá ante los medios de comunicación para hacer un balance de los más de siete meses de Gobierno popular, recordó que en el periodo transcurrido de su mandato ha dedicado «la mitad de su tiempo a apostar por Europa». Si Monti ha realizado una reciente gira para recabar apoyos, el presidente del Ejecutivo español hizo gala de sus 17 viajes a países europeos, con la finalidad, todos ellos, de captar voluntades y cosechar alianzas.

En un esfuerzo por mostrarse tranquilizadores, tanto Rajoy como Monti subrayaron las importantes medidas de ajuste que están llevando a cabo sus gobiernos e insistieron en la necesidad de una acción a nivel europeo para salir de la crisis.