Sociedad

Una curiosa relación con los vascos y con las Islas Canarias

MADRID. Actualizado: Guardar
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Obsesionado con parajes lejanos como la Patagonia, el Amazonas, Nueva Zelanda y Tahití, Darwin no muestra en sus cartas un interés excesivo por las riquezas biológicas de España. Solo las Islas Canarias, por su origen volcánico y por su variedad botánica, captan la atención del científico. «No puedo admitir una Atlántida conectando Madeira y las Islas Canarias [...] Seguramente Canarias y Madeira no pudieron estar conectadas», escribe Darwin a su colega Hooker en 1866. Y es que en toda la parte dedicada a la geología, la comparación entre las islas volcánicas es constante.

Más llamativas, por su descontextualización, son las alusiones a los vascos que figuran en varias cartas. El científico Hooker le escribe a Darwin: «A propósito, ¿vio la noticia del 'Athenaeum' sobre el vasco y la lengua finlandesa de L. Bonaparte? ¿Acaso no es posible que los vascos sean finlandeses que quedaron relegados tras el periodo glacial al igual que las plantas árticas? Con frecuencia he pensado que esta teoría podría explicar las afinidades nacionales mexicanas y chinas». La respuesta de Darwin es: «¡Qué curiosa idea esa del clima glacial, los vascos y los finlandeses! ¿Son los vascos montañeros? Espero que sí». Y concluye Hooker esta correspondencia: «La noche pasada cené con Henry Christy, quien acababa de regresa de cazar hachas con Lartet entre los vascos. Estos son pirenaicos. Lubbock estaba allí y me dijo que mi preciosa especulación era también de Von Baer, y que los finlandeses se supone que han hecho el Kjökken möddings».