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Bossi dimite como secretario general de la Liga Norte por el desvío de fondos a su familia

ROMA. Actualizado: Guardar
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Las tres fiscalías italianas que investigan las cuentas de la Liga Norte en un escándalo que se ha disparado en dos días encontraron ayer en la caja fuerte del tesorero, el controvertido Francesco Belsito, una carpeta con dos palabras: 'The family'. Los magistrados sostienen que grandes sumas de dinero del partido se desviaban a la familia de Umberto Bossi, secretario general y gurú de la Liga Norte. Una parte provendría de la obscena financiación pública de todo partido italiano, en este caso 18 millones solo en 2011. Lo que ha trascendido es demoledor: 670.000 euros en gastos varios de hoteles, viajes y cenas de sus hijos, además de un Porsche y el abogado de su hijo Riccardo; los estudios de su hijo Renzo, así como su BMW de 50.000 euros; 300.000 a la escuela 'leghista' de su mujer, Manuela Marrone, que se dedica a preservar la pureza ideológica de la sedicente raza padana; y también las obras en el chalé familiar. Bossi, de 70 años, no tuvo más remedio que dimitir ayer a primera hora de la tarde. Llevaba en el puesto desde 1989.

«Quien se equivoca debe pagar, tenga el apellido que tenga», habría dicho en una tensa reunión de urgencia del consejo federal del partido, lo que sería una ímplicita admisión de culpas, aunque no está claro hasta qué punto estaba informado de los desfalcos. Habrían comenzado en 2004, después del grave ataque de apoplejía que le dejó secuelas de inmovilidad facial. «Dimito por el bien del movimiento y de los militantes», concluyó. La dirección del partido queda en manos de un triunvirato, en donde está su principal rival por el liderazgo, el exministro de Interior Roberto Maroni, que desde hace meses exige una renovación. Ahora ha visto su oportunidad y pide «una limpieza». Pero quizá ya sea tarde.

La salida de escena de Bossi, protagonista de la política italiana de los últimos veinte años y de la era de Berlusconi como su gran aliado, es un auténtico bombazo que puede dinamitar la Liga Norte, el partido que defiende una utópica Padania, al norte del río Po. Bossi era el otro gran personaje de la derecha italiana, un gemelo del 'Cavaliere', también carismático y con un partido similar, inventado de la nada de forma hueca y genial. Tenido por visionario libertador, la militancia de la Liga era devota a su persona de forma mística y él gobernaba el partido de forma caciquil. No hay congresos federales desde 2002, pero ahora habrá uno en otoño.