ESPAÑA

La reforma contra el vandalismo entrará en vigor en 2013

El PSOE se muestra a favor de endurecer los castigos para los violentos pero quiere evitar las comparaciones con la 'violencia callejera'

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los graves episodios de vandalismo urbano durante la huelga general de la pasada semana, en particular en Barcelona, han hecho que los ministerios del Interior y Justicia aceleren los trabajos para sacar adelante la reforma del Código Penal que endurecerá los castigos para los militantes antisistema violentos que actúen de forma organizada para atacar bienes públicos y privados.

El titular de Interior Jorge Fernández anunció hoy el Gobierno de Mariano Rajoy quiere llevar a Consejo de Ministros el proyecto de Ley Orgánica de reforma del Código Penal antes de que acabe el actual periodo de sesiones, probablemente en junio, con el fin de que sea debatido en Parlamento durante otoño y aprobado por las Cortes Generales antes de que acabe 2012.

Según explicaron fuentes del Ejecutivo, este proyecto ya lleva en estudio por parte de los departamentos de Fernández y Ruiz-Gallardón desde hace un mes y básicamente consiste en equipar penalmente los actos de vandalismo generalizados con los sabotajes de la 'kale borroka' de apoyo a ETA. Las modificaciones afectarían esencialmente a la tipificación del artículo 263 del código penal que ahora solo castiga con pena de prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses a las personas que protagonicen actos vandálicos 'leves';esto es que destruyan propiedades pero sin causar daños personales, grandes incendios o estragos.

Actualmente, el texto obliga a imponer la mitad superior a los miembros de la 'kale borroka', con lo que, al poder ser condenados a más de dos años de cárcel, los jueces tienen mucha más facilidad para decretar la prisión preventiva, con el consiguiente efecto disuasorio. Los técnicos de Justicia e Interior quieren que en el caso de destrozos provocados por grupos organizados antisistema la pena mínima también sea de dos años, por lo que los fiscales podrá reclamar casi de forma automática el ingreso en prisión preventiva, en particular en los casos de reincidencia.

«Radicales antisistema»

Fernández justificó las reformas legislativas porque los invidentes de la huelga general y «en ocasiones anteriores en Barcelona de una manera muy especial» han puesto de manifiesto que hay «radicales antisistema y violentos que utilizan ese tipo de concentraciones y eventos para actuar como auténticas guerrillas urbanas». El ministro insistió en que las modificaciones en las que están trabajando «conjuntamente» Interior y Justicia servirán para dar una respuesta desde el Código Penal «adecuada a la altura de la agresión». Las fuerzas de Seguridad del Estado, los tribunales, los jueces y los fiscales deben de tener a su disposición «instrumentos jurídicos y penales adecuados para hacer frente a estas situaciones», matizó.

El Ejecutivo, que prevé una tramitación rápida y sin demasiados escollos en esta reforma, espera contar con un más que amplio apoyo en las dos cámaras. Sin embargo, los principales partidos de oposición, aun de acuerdo con endurecer las penas a los vándalos, apuntaron hoy matices. Desde el PSOE, su vicesecretaria general, Elena Valenciano, aseguró que es «complicado» equiparar legalmente el vandalismo callejero con la violencia callejera filoetarra, pero dijo que los socialistas están abiertos «estudiar cualquier fórmula» para «evitar que se produzca casi cada fin de semana» desórdenes y altercados como los de Barcelona. El secretario general de CDC, Oriol Pujol, se mostró igualmente duro hacia «la guerrilla urbana, que no persigue otra cosa que reventar por reventar», pero dijo «huir de una tipificación como la de la kale borroka, que tiene otra connotación» por su vínculo con ETA.

El presidente de la Generalitat sí que apoyó la propuesta de Interior. Según Artur Más los sucesos de Barcelona «sí que se pueden comparar abiertamente con la denominada 'kale borroka', un fenómeno de vandalismo, de gamberrismo, de destruir los bienes comunes y el espacio público, de menospreciar el espacio de todos», apuntó. «Cuando tienes un fenómeno de 'kale borroka' en casa has de luchar por todos las vías para erradicarlo», apostilló.