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El fuerte viento de levante continuará hasta el sábado

Los bomberos intervinieron ayer en 17 ocasiones ante el riesgo de caída de chapas, carteles y las tejas de una iglesia en Benalup

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El fuerte viento de Levante que azota la provincia sopló ayer con especial virulencia, con rachas de viento de 80 kilómetros por hora en la Bahía y el Campo de Gibraltar. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y Protección Civil mantendrán activada la alerta naranja por vientos costeros hasta esta noche en el Estrecho. En el resto de los municipios costeros de la provincia permanecerá activada la alerta amarilla por viento. No obstante, según las predicciones de la Aemet, el temporal por levante continuará soplando hasta el sábado, cuando el viento del sur y el poniente lo sustituyan con velocidades más moderadas.

Nubarrones desde el jueves

También a partir de mañana, las nubes cubrirán el cielo raso que en los últimos dos días ha caracterizado la climatología gaditana. Sin embargo, la Aemet no anuncia lluvias para estos días ni para el primer fin de semana de Semana Santa, cuando se espera una probabilidad de precipitaciones por debajo del 45%.

La fuerza del vendaval se dejó notar ayer sobre todo, en la cantidad de incidentes provocados por el levante. A lo largo de la jornada, los bomberos del Consorcio Provincial de Cádiz tuvieron que intervenir en, al menos, diecisiete ocasiones por avisos relacionados con el viento.

Las salidas de bomberos se repartieron por Cádiz (cuatro actuaciones), Chiclana (otras cuatro), San Fernando (tres actuaciones), Ubrique (dos) y El Puerto, sobre todo a partir del mediodía de ayer. Las intervenciones fueron en su mayoría retiradas de cristaleras, cableado eléctrico y persianas. En Chiclana se recogió un toldo, una farola, un cartel y una chapa, que volaron por la fuerza el viento. También hubo que sanear y retirar las tejas en una iglesia en Benalup, en la plaza de Nuestra Señora de Socorro; y unas cristaleras del estadio Carranza, en la capital, donde se aseguró igualmente la chapa de un concesionario, que corría riesgo de caer.