El parricida pasa hoy a disposición judicial y su pueblo se viste de luto

El hombre de 45 años detenido el miércoles en Benalup tras matar a bastonazos a su madre, de 77 años, pasará hoy a disposición judicial. Una vez más, la enfermedad mental y las dificultades que tienen las familias para acceder a un tratamiento integral parece estar detrás de este crimen. Como ya se informara en la edición de ayer, el ahora arrestado padece esquizofrenia y tenía denuncias previas por haber protagonizado anteriormente hechos violentos.

Los vecinos recordaban el miércoles uno de esos episodios, ocurrido el verano pasado. El hombre la emprendió a golpes contra su madre en la puerta de la iglesia de Nuestra Señora del Socorro con una maza de gran tamaño, un arma similar a la que empleó presuntamente en el crimen. Tras aquel incidente, el hombre fue ingresado en la unidad de salud mental del Clínico Universitario de Puerto Real, donde ya había estado en otras ocasiones. Pero, a los pocos meses, el hombre volvió a ser dado de alta y tuvo que regresar a su casa, atendido por su madre. Una historia que se repite en muchos hogares españoles desde que desaparecieron los psiquiátricos en la red pública sanitaria del país.

El imputado ha pasado dos noches en los calabozos de la Guardia Civil en Conil, a la espera de pasar a disposición del titular del juzgado de instrucción número 5 de Chiclana, en funciones de guardia el pasado miércoles. Está previsto, según las mismas fuentes consultadas, que declare hoy ante el juez.

El Ayuntamiento de Benalup-Casas Viejas ha decretado dos días de luto por la muerte violenta de la mujer, Andrea Román Sánchez, por lo que sus banderas, en las que se ha colocado un crespón negro, ondean a media asta desde ayer.

El suceso ocurrió sobre las 12.30 de ayer cuando el hombre golpeó a su madre, una mujer «muy querida por todo el pueblo», según fuentes municipales, y cuyo cadáver está en el tanatorio para la práctica de la autopsia. Su familia la conocen popularmente como los «Capadores», ya que el marido, ya fallecido, se dedicaba a esa profesión. Además, ella regentó durante años una carnicería en el pueblo y sus otros dos hijos, mayores que el detenido, también tienen profesiones de cara al público, en un supermercado y una farmacia.

La investigación de la Benemérita fue rápida ya que el sospechoso fue detenido en la misma casa donde se produjo los hechos y éste no ofreció resistencia alguna. Es más, se encontraba viendo la televisión cuando llegaron los agentes. Al parecer, la agresión mortal se produjo tras sufrir un brote psicótico.