ESPAÑA

Chacón mueve ficha

La ministra de Defensa lanza un primer borrador de su proyecto para el PSOE

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Investido presidente Mariano Rajoy. Preparados, listos, ya. Empieza, ahora sí que sí, la carrera por la sucesión en el PSOE. A unas horas de ser liberada de sus responsabilidades en el Gobierno, y después de cerrar favorablemente el congreso del PSC, la ministra de Defensa en funciones, Carme Chacón, movió ayer ficha. Aún no se ha postulado oficialmente a nada, pero su nombre aparece entre los firmantes de un documento titulado 'Mucho PSOE por hacer', difundido a media tarde, y en el que se realiza un reflexión general sobre las causas de la derrota, acompañada de un análisis somero sobre las posibles soluciones.

El texto, de apenas siete páginas, cuenta con el respaldo de otros exministros de José Luis Rodríguez Zapatero como Francisco Caamaño, Juan Fernando López Aguilar y Cristina Narbona, miembro del equipo de campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba. Firman también el marido de esta última y candidato fallido a la Presidencia de Gobierno en las elecciones del 2000, Josep Borrell, y el expresidente del Senado, Javier Rojo. Muchos de ellos son viejos 'zapateristas'. Otros son incorporaciones nuevas.

Lo que apenas hay entre los seguidores de la dirigente catalana son secretarios regionales. Al menos a la vista. Al margen del navarro Roberto Jiménez, que en su día apoyó a Rubalcaba como candidato para el 20-N, ningún otro 'barón' muestra sus cartas; ni siquiera el madrileño Tomás Gómez, quien no ha ocultado sus presiones a Chacón para que se lanzara de una vez por todas y evitara que Rubalcaba ocupara todo el espacio. En su lugar, aparece la presidenta del PSM y una de sus mujeres de confianza, Delia Blanco.

En esta carrera poco importa, aun así, lo que hagan los 'líderes' territoriales porque muchos de ellos conservan el título solo porque aún no se han celebrado los congresos regionales. Gran parte de las federaciones están muy divididas y la inmensa mayoría de los socialistas admiten que la situación es tan «volátil» que nadie puede garantizar el voto homogéneo de sus filas. Sin embargo, los impulsores del manifiesto -colgado en Internet y difundido en Twitter a través de la cuenta @ahorachacon- sostienen que ellos son muchos y con mucha capacidad de influencia.

De entrada, aseguran que no están todos los que son entre los 25 nombres. Pero además, sostienen que entre los que son, las posibilidades de ser elegidos delegados para el 38 congreso que se celebra en Sevilla los próximos 3, 4 y 5 de febrero son muy altas. Entre otras cosas, porque hay poder municipal; firman el alcalde de Soria, Carlos Martínez; el de Morella, Ximo Puig, o el de Sabadell, Manuel Bustos.

Larga gestión

Ahora tendrán que difundir sus ideas. Y lo harán en fascículos. Hace semanas -prácticamente, desde el mismo 20 de noviembre- que un grupo de dirigentes socialistas, algunos de ellos miembros de la actual ejecutiva del partido, preparaban este lanzamiento. Unos querrían haberlo hecho antes, otros defendían que había que esperar al debate de investidura por mantener las formas. Finalmente, el consenso llegó a las pocas horas de la elección de Rajoy en el Parlamento, pero antes de que Chacón haya dejado de ser oficialmente exministra (no lo será hasta el jueves).

En la recámara esperan cinco documentos más: sobre municipalismo y socialismo; sobre crisis europea y política socialdemócrata; sobre la organización internacional de los socialistas; sobre la relación entre partido y sociedad, y sobre las mejoras de la democracia. Serán puestos en circulación en las próximas semanas para ir calentando el debate.

De todo ello hace un resumen somero el manifiesto publicado ayer. Un texto que, en el entorno de Alfredo Pérez Rubalcaba, aún renuente a confesar sus intenciones futuras, consideran un agravio contra José Luis Rodríguez Zapatero. Lo cierto es que, en su ejercicio de autocrítica, los firmantes no personalizan y sostienen que no tiene sentido analizar «quién» se equivocó sino «en qué» y «por qué». «Los errores, por acción o por omisión, ya forman parte de nuestra trayectoria colectiva», dicen. Otra cosa es que, entre las grandes pifias, señalen la «gestión» de la crisis, el empeño en no haberle llamado por su nombre o la incapacidad para «equilibrar los esfuerzos y sacrificios» que las políticas aplicadas, «ajenas» a la orientación ideológica y los valores socialistas, «imponían a los sectores más débiles de nuestra sociedad».

En términos generales, sin embargo, la mayor parte del documento es compatible con los argumentos empleados por Rubalcaba durante la campaña electoral. La nota diferencial estriba en el modelo de partido. «Antes de que los ciudadanos se alejaran de nosotros, nosotros nos alejamos de los ciudadanos», sostienen. Ese es el argumento con el que proponen abrir el partido a la participación ciudadana. Pero, de momento, no hay propuestas rompedoras.

De lo que se trataba ahora, al parecer, era de echar la bola a rodar. El sector de Rubalcaba, mientras, guarda silencio. Él mismo rehusó aclarar sus intenciones en una breve intervención ante la prensa, acabado el pleno de investidura.