ESPAÑA

Sin dinero para chalecos

MADRID. Actualizado: Guardar
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El 14 de septiembre la noticia fue portada de todos los periódicos: un agente en prácticas de la Policía Nacional salvaba la vida gracias a un chaleco antibalas comprado por él mismo después de que un sospechoso al que pretendía identificar le disparara a bocajarro. En cuestión de horas, la noticia se convirtió en polémica tras denunciar los sindicatos del cuerpo la falta de chalecos suficientes para todos los agentes de patrulla y que buena parte de estas prendas de dotación no eran lo suficientemente buenas. Interior no tardó en salir al contraataque. Aseguró que había chalecos suficientes y que las protecciones eran las mejores del mercado.

Solo nueve días después del episodio del agente en prácticas, el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Velázquez, a pesar de no admitir en ningún momento que los chalecos no estaban entre los mejores, anunció un «plan de choque» para comprar de inmediato 2.000 modernas prendas.

Dos meses después todo ha cambiado. El 2 de diciembre, Velázquez firmó una circular interna en la que anunciaba a los mandos el inicio de esa campaña 'renove'. De los 2.000 chalecos prometidos, Interior solo ha podido comprar 1.136 prendas «antibala y anticuchillo». Chalecos de 472 euros por unidad, que se sitúan dentro del nivel de gama media-baja, según los expertos.

Una inversión poco ambiciosa porque la Policía solo ha logrado de las arcas públicas 536.192 euros para la seguridad de sus funcionarios. Algo más de un millar de chalecos a repartir entre los 30.000 agentes que prestan servicio en la calle.

Recortes a pesar de que, ahora sí, Interior reconoce que la «evolución experimentada por la criminalidad» ha provocado un «uso indiscriminado de violencia contra los funcionarios policiales» y que esa delincuencia cada vez más fanática «amenaza a la seguridad e integridad física de los agentes». La Policía admite que es indispensable «afrontar con carácter inmediato la mejora del equipamiento policial» y que, en particular, es «urgente equipar» a la «mayor brevedad posible» a las unidades con los nuevos chalecos, que deberían remplazar a las 7.588 anticuadas protección externas y a los otros 5.392 chalecos internos.

Pero no hay dinero. Velázquez, a pesar de considerar urgente la renovación, admite que el «importante volumen económico de la inversión», aunque solo sea para dotar a los agentes de las «unidades operativas de mayor riesgo», hace necesario «abordar un plan realista de adquisiciones», que, al menos, «permita una transición progresiva» entre las viejas y las nuevas prendas.

Interior no da fechas para futuras compras ni hace nuevas promesas habida cuenta de lo delicado de la economía. «La adquisición y dotación progresiva de estos nuevos medios de protección personal de uso interno se realizará en función de la disponibilidad presupuestaria», explica lacónicamente la nota oficial.