Un grupo de jóvenes trabajadores celebrando su cena de empresa durante la Navidad del año pasado. :: LA VOZ
CÁDIZ

Las cenas de Navidad de las empresas ya no están bien vistas

Los empresarios no creen oportuno pagar estas celebraciones después de recortar plantilla y Horeca subraya el perjuicio para su negocio

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La crisis ha barrido el buen ambiente laboral que reinaba hace años. Y como no podía ser menos, en el caso de las cenas de Navidad ha hecho mella. Los hosteleros gaditanos llevan varios años viendo cómo se reduce su clientela para estas ocasiones en un 15% cada Navidad, «algunos hemos llegado a perder hasta el 80%», como apunta el presidente de Horeca, Antonio de María. De entre todos los tipos de público que acuden a una celebración en estos días, las más habituales eran las empresas, las cenas pagadas por las propias firmas. Estas han desaparecido de la lista. «Ahora vienen los trabajadores por su cuenta», apunta Francisco Renda, desde el restaurante Arte Serrano, uno de los más conocidos en la capital.

«El problema es que ya no está bien visto que los empresarios paguen las celebraciones navideñas, después de haber recortado plantillas o bajado sueldos», sentencia De María, quien defiende su terreno explicando que nunca es malo fomentar el encuentro y el diálogo entre los trabajadores. «Deberían de enfocarlo como un punto de encuentro entre todos y no como un dispendio», concluye el presidente de la patronal. Pero lo cierto es que es difícil vender este enfoque con los tiempos que corren.

Para mal de hosteleros, entre las plantillas en las que aún quedan ánimos para cenar juntos acuden menos comensales y se busca el precio más ajustado, sobre todo porque se va a escote. Los hosteleros consultados explican que lo habitual es ofrecer una lista con varios menús a diferentes precios «aunque los clientes están escogiendo entre los medios o más baratos», aclara Renda. Como promedio, una cena de Navidad cuesta ahora entre 25 y 35 euros por comensal, aunque el restaurante ofrezca siempre menús de hasta más de 50 euros. De los platos ofrecidos se cayeron hace varios años las exquisiteces culinarias, aunque el surtido de ibéricos y la ración de langostinos se resiste a desaparecer de las mesas de los restaurantes. «No podemos renunciar a ofrecerlos porque es nuestra seña de identidad», añaden los hosteleros.

Zambombas para vender

Uno de los recursos que están utilizando los empresarios es ofrecer otros servicios que antes no se daban, como las zambombas durante la cena. Los encargados de comedor apuntan que los días más fuertes son los dos próximos fines de semana y que durante estos días está casi todo vendido. Lo difícil es llenar los comedores de lunes a jueves y para esto se están sumando las zambombas navideñas, para atrapar a los pocos que vayan retrasados en las reservas.

De María apunta otro detalle que también es significativo: «Han desaparecido los funcionarios de las cenas de Navidad». El hostelero lo explica por los recortes del 5% en el sueldo y por los rumores de recortes de la paga extraordinaria de diciembre. «No está el ambiente para hacer gastos extraordinarios y lo estamos notando», argumenta el presidente de Horeca.