José Mari, abatido tras una nueva derrota de los xerecistas. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Deportes

ALERTA ROJA EN CHAPÍN

El Xerez pierde ante el Numancia y complica el futuro de Juan Merino en el banquillo azulino

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Si Rueda hubiera despejado bien el balón en el último minuto del descuento, no usaríamos palabras como alerta roja, alarmas o destitución. Pero no es el caso, y un gol de Nano en el último suspiro deja al Xerez en entredicho, el futuro de su entrenador, Juan Merino, inestable, y al equipo rozando la zona de descenso a Segunda B. Ese es el actual Xerez, un equipo al que le llegan en dos ocasiones y se queda sin sumar un solo punto en Chapín, firmando los peores números en casa desde hace tiempo y con una afición que ayer despidió al equipo pidiendo la destitución de su técnico.

Juan Merino apostaba por variar la mala racha de resultados con cambios en el equipo titular, encontrando algún cabeza de turco con respecto al encuentro disputado ante el Real Valladolid siete días atrás. Israel, sustituido en Pucela en el descanso, tuvo que ver el comienzo del encuentro desde el banquillo, ocupando Tato la banda izquierda. No se sabe hasta qué punto el buen momento de juego del murciano ha llevado al sevillano a la banca, pero está claro que la paciencia del entrenador del Xerez con respecto al 15 azulino ha llegado a un límite que podría dejar al ex del Betis sin salir de inicio algunas jornadas. Otro cambio que sorprendió a propios y extraños fue el de la portería. Una lesión dejó a Chema sin titularidad y una racha de seis partidos sin ganar ha hecho lo propio con Doblas.

Con un potente aire que dificultaba el juego y un césped impropio de la categoría, el Xerez apretaba desde el primer minuto para contrarrestar el aglomerado que tenía colocado el Numancia en el centro del campo. El juego del equipo de Merino es previsible y por eso Pablo Machín colocó a dos 'stoppers' como Sunny y Nagore en la medular, saliendo a la contra siempre por las bandas. Parece que el técnico numantino se había empapado bien de los vídeos anteriores al encuentro de anoche, ya que pronto demostró cómo hacer que el Xerez fuera inofensivo en ataque. Y eso que el trivote demostró en pocos minutos que es el emblema de un equipo que en el primer cuarto de hora pudo ponerse por delante en el marcador. Buena jugada entre Capi y Rueda que asiste a Tato, enchufado desde el principio, quien remata de tiro cruzado, aunque el esférico besa el poste de la portería defendida por Eduardo. Estaba claro que ese era el mensaje, triangular por el centro y mandar a banda, donde el murciano tanto daño había ocasionado en jornadas anteriores. Pero los numantinos tenían claro el mensaje. Con Mendoza con molestias y Llorente aún falto de ritmo de partidos, la clave la tenía Machín en las alas, con dos jugadores como Cedric y Natalio, veloces y con buena pegada. Pese a todo, y con los ingredientes mencionados anteriormente, el Xerez quería seguir llegando con toque y jugadas combinadas, de esas que levanta levemente a la afición, pero que, como últimamente es habitual, se queda en un simple «uy» que no sirve para sumar puntos.

Porque el Xerez no quiere perder la base de la filosofía de Juan Merino, el toque por encima de todo, a veces casi por encima del ya añorado resultadismo. Tato, el mejor de los locales en la primera mitad, lo volvía a intentar a pierna cambiada, la única manera del Deportivo de acercarse al área rival en una primera parte que se enfriaba por momentos, sobre todo tras marrar Tato solo ante el portero. El 7 del Xerez recibía dentro del área el balón, pero era incapaz de superar a Eduardo, quien abortó la ocasión de gol con el pie, como si de un portero de balonmano se tratara. El dominio era local, de eso no había duda, pero las sensaciones seguían siendo las mismas que en los seis anteriores encuentros. El Xerez ladra, pero no muerde, y en cualquier momento el Numancia se iba a dar cuenta. Un cuadro, el soriano, demasiado prudente, especulativo y romo en ataque, donde esperaba el fallo local o alguna genialidad. Desgraciadamente ocurrió lo primero. Un centro sin peligro que parecía bajar con nieve no lo despeja Robusté y Natalio golpea con dureza el balón que acaba besando las mallas azulinas. El equipo parecía convencido de remontar, aunque con demasiados riesgos en la retaguardia, una defensa que hace ya bastante que no sabe lo que es un partido sin encajar un tanto en contra. El equipo combinada y en una subida de Mendoza, Israel asiste a Íñigo, quien cabecea al travesaño cuando parecía que el vitoriano se iba a estrenar como goleador azulino. El pundonor le pudo a la desidia soriana y llegó el premio local. Íñigo Vélez se lo cocina todo y con su corpulencia se basta para ganar la posición dentro del área y lograr el empate a falta de un cuarto de hora para finalizar el encuentro. Era la primera vez que Chapín veía que el 4-4-2 funcionaba, o al menos daba renta a un Xerez ahogado por las necesidades. Necesidades que se volvieron urgencias cuando en el descuento, Nano mataba el partido con el 1-2. Pitos en Chapín, una grada que ruge de dolor, y otra vez que se escapan puntos del municipal jerezano. Poco antes, José Mari era incapaz de sacar renta de un mano a mano ante Eduardo, dejando las aspiraciones de 'play off' de los xerecistas en una quimera en la que ya es difícil creer.