Un cartel informativo indicaba ayer el cierre hasta nueva fecha del templo. :: ANTONIO VÁZQUEZ
PUERTO REAL

Precintan la Prioral e inician arreglos de urgencia ante la previsión de lluvia

El Ayuntamiento ordena retirar los escombros y colocar un entarimado en la zona de la cubierta afectada para evitar filtraciones

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No pasó nada, pero puede agravarse la situación. Ése fue el diagnóstico rápido que realizaron ayer los técnicos municipales tras el derrumbe parcial del techo del principal templo religioso de Puerto Real. La tarde antes, en la iglesia Prioral de San Sebastián, se oficiaban tres misas de difuntos que congregaron a unos 300 feligreses cuando la techumbre crujió. La suerte estuvo de cara en esta ocasión porque el forjado no cayó al suelo sino que se alojó en la cámara de la bóveda, impidiendo que los cascotes impactaran contra los parroquianos, pero el susto fue mayúsculo. Ayer lo seguía recordando el párroco de San Sebastián, José Carlos Mellado: «Yo creo que ha sido milagroso. Aunque también es cierto que estos techos de escayola, como me han dicho los arquitectos, no son los mismos que se instalan en una cocina».

Sin embargo, los técnicos municipales advertían ayer que ese falso techo podría ceder si se cumplen los pronósticos meteorológicos que prevén lluvias para este fin de semana. Esas precipitaciones podrían filtrarse por el hueco abierto en el techo y debilitar la zona de la bóveda donde hasta ayer se alojaban los cascotes y la parte del forjado que se había desprendido. Por eso, el Ayuntamiento ordenó acometer arreglos de urgencia por la tarde, que consistieron en sanear ese punto, retirar los escombros y colocar un entarimado con canalizaciones para que el agua no se acumulen en esa zona. Para ello se recurrió a una plataforma elevadora que sirvió para limpiar desde arriba la zona afectada.

Para evitar posibles accidentes por la caída de algún elemento, los operarios balizaron el perímetro que rodea el atrio de la iglesia y las zonas anexas para que los vecinos no pasen por allí. Si bien desde el Consistorio se repetía el mismo mensaje de tranquilidad: no hay peligro de un derrumbe total que deje el interior del edificio al aire libre.

Fuentes municipales subrayaban ayer que pese a que el templo es responsabilidad de la Diócesis de Cádiz, no han querido esperar «ni un día» para asegurar uno de los edificios más importantes del municipio por el valor histórico que guarda. Una iglesia que desde el miércoles se encuentra precintada y sin fecha aún de reapertura como se podía leer en el cartel que luce en la reja que sirve de cerramiento.

Las mismas fuentes también indicaron que han solicitado a la Diócesis que aprovechen este periodo de cierre para realizar un estudio en profundidad del templo por si se detectaran nuevos problemas. En principio, el informe que han realizado los arquitectos del Ayuntamiento descarta el riesgo de un desplome total del techo.

El párroco de San Sebastián recordaba que ya en el año 98 se realizó una inspección similar, «pero en esa época probablemente no se contaba con los medios que se tienen ahora para analizar el estado del edificio».