CÁDIZ

«El año próximo participaré de la misa y la procesión por la ciudad»

El prelado celebró emocionado ayer su última festividad de la Patrona antes de poner punto y final a su pontificado Antonio Ceballos Obispo administrador de la Diócesis

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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«En estos días uno anda algo emocionado», reconoció Antonio Ceballos ayer al fin del Pontifical. Esa era su respuesta a unas cariñosas palabras de agradecimiento del prior de los dominicos a su labor como obispo y a una sentida ovación de los asistentes al Santuario de la Patrona. Y es que el actual prelado administrador de la Diócesis ya vive sus últimos días en la ciudad, antes de marcharse con las Hermanitas de los Pobres de Jaén. Cada acto que preside tiene sabor a despedida. Ayer, en el día de la fiesta del Rosario no pudo ser menos. Durante el Pontifical y la posterior procesión recogió halagos y agradecimientos en lo que será su última festividad de la Patrona. El todavía pontífice, mientras llega el prelado electo Rafael Zornoza, recuerda con este periódico sus vivencias junto a la Virgen del Rosario.

-¿Cómo fue la primera vez que vio a la Patrona? ¿Cómo recuerda ese momento?

-Al final del mes de enero de 1994 visité por primera vez el Santuario de nuestra Madre y Patrona de Cádiz. Quedé impresionado y encomendé a Nuestra Señora del Rosario todos mis planes y desvelos apostólicos, y como ella también he querido caminar en fidelidad y amor.

-Me llevo una honda impresión. Gracias a Dios he podido celebrar todos los años la solemnidad de Nuestra Señora del Rosario, y por la tarde participar activamente con la presencia por las calles y plazas de la ciudad de Cádiz.

-¿Cree que es una devoción arraigada con fuerza en la ciudad?

-He podido comprobar que la devoción a la Virgen del Rosario cada día va arraigándose más y más. La participación en la eucaristía diaria y el día de la fiesta ha ido ganando de día en día. Y la procesión de la tarde es muy grande, dado que no solo son los gaditanos los que vienen a la procesión sino de toda la Bahía y otros pueblos.

-Si hablamos de sus recuerdos en torno a la Patrona, ¿cuál es el momento más bonito que se le viene a la mente?

-Para mí un momento enternecedor es ver a los niños con sus ramitos de nardos para su Madre y Patrona. Y, sobre todo, el día de la procesión contemplar a todos los niños de Cádiz, desde los más pequeños que sus madres sostienen en sus brazos o llevan en el carrito hasta los que quedan admirados al paso de la Virgen del Rosario, Madre y Patrona.

-¿Cómo ha sido durante estos años su acercamiento a la devoción del Rosario?

-Ha sido intensa y progresiva. Los padres dominicos han cuidado mucho el acercamiento de la Virgen del Rosario como Patrona al pueblo. A este esfuerzo me he sumado como obispo y he colaborado en la medida de mis posibilidades, presentando en la homilía de la fiesta todos los años la situación en la que se vive y encomendando a la Patrona todas las necesidades de la ciudad.

-¿Cómo se plantea el 7 de octubre del próximo año? ¿Le gustaría visitar Cádiz ese día para estar junto a la Patrona?

-Un año más celebraré la fiesta con alegría participando tanto en la eucaristía como en la procesión por las calles de la ciudad, entonando con María, nuestra Patrona, la Virgen del Rosario, mi pequeño 'Magníficat'.