La playa de La Barrosa y su gran zona hotelera se convierten durante varias semanas en el entorno más poblado de toda la provincia de Cádiz. :: ROMÁN RÍOS
Ciudadanos

La provincia que rebosa

Una quincena de municipios y enclaves llega a multiplicar su población hasta por diez en julio y agosto A cambio del vital impulso turístico, las ciudades llevan al límite su capacidad de ofrecer servicios de limpieza, seguridad y transporte

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El turismo tenía un precio. El único sector económico de innegable estabilidad que le queda a la provincia de Cádiz tiene una cara oscura, una sombra que casi todos aceptan con satisfacción, por necesidad, pero que no deja de crecer durante los últimos años. Desde que, a principios de la pasada década, dejó de ser noticia «el milllón» de visitantes que reciben las localidades gaditanas durante los meses de julio y agosto, los efectos secundarios de esa necesaria y rentable invansión no han dejado de crecer. Nadie quiere, ni puede, rechazar a los visitantes. El reto está en crear servicios flexibles. A la escala de las poblaciones fijas pero capaces de crecer en dos meses.

La voz de alarma la dio hace dos semanas el Ayuntamiento de Chiclana, que pasa de ser la séptima localidad más poblada en la provincia (rondando los 80.000 habitantes) a la primera durante julio, agosto y septiembre (por encima de los 200.000 de la mayor urbe, Jerez). Tiene dificultades para sostener, por ejemplo, el servicio de recogida de basuras. Su plantilla está adaptada a un volumen de trabajo que, de pronto, se multiplica por cinco. Un portavoz municipal asegura gráficamente que «tenemos que adaptarnos a que, durante dos meses, le damos la vuelta al mapa de la provincia. Las grandes ciudades se quedan algo vacías y localidades medianas se convierten en capitales. Hay que responder a esa necesidad». Ahora que la multitud turística empieza a menguar, cuando vive su último fin de semana, aún es posible conocer ese atlas demográfico provisional de la provincia. Imprescindible para afrontar una situación estacional pero que ya es crónica.

El vuelco es tan grande que, durante dos meses, la lista de ciudades más pobladas de la provincia deja de ser la habitual: Jerez, Cádiz y Algeciras (por ese orden). Durante agosto, la imaginaria clasificación sería, también de mayor a menor población, Chiclana, El Puerto, Chipiona, Jerez y Cádiz.

Respecto al fenómeno de vaciado, la gran pérdida de población que viven ciudades de interior como Badajoz, Cáceres, Sevilla o Madrid, por poner ejemplos de emisores de turistas, en la provincia de Cádiz solo existe un ejemplo, el de Jerez. El Ayuntamiento admite que se produce «un leve descenso de residentes», que no de visitantes, durante julio y, sobre todo, agosto, pero no está cuantificado. Es la única localidad provincial que, durante unas ocho semanas, en vez de incrementar población, la pierde.

Barbate

Pedanías que se agigantan

A lo largo de más de 25 kilómetros de costa, la población estival se multiplica hasta por tres en los meses de verano. El pueblo tiene censados casi 23.000 habitantes. Las estimación municipales en 2011 señala que durante agosto se superan los 60.000 residentes. Gran parte del incremento está en las pedanías barbateñas, enclaves naturales privilegiados junto a Trafalgar o el Parque de la Breña.

Zahara de los Atunes, durante el resto del año no supera los 2.000 habitantes, pero acoge a 20.000 personas en verano, según los cálculos de asociaciones de comerciantes y entidades vecinales de la zona. En Zahora, la población residente fija no supera el millar de personas. En los meses sube hasta las 3.000 veraneantes. Los Caños de Meca pasa de apenas 800 residentes 'invernales' a una población flotante que multiplica esa cifra por cinco, según la asociación de vecinos Costa de la Luz, que lleva años reivindicando la mejora de los servicios para unos asentamientos de primer orden turístico. Carecen de servicios básicos de agua y luz u ordenación viaria. Las infraestructuras educativas o sanitarias son precarias. El tráfico y la congestión de los pocos servicios públicos, a la escala de los residentes fijos, son los principales problemas en estas zonas cada verano.

Vejer

El Palmar multiplicado

Uno de los pueblos más ensalzados y visitados de la provincia cuenta con casi 13.000 personas censadas oficialmente. En verano, según el Consistorio, el incremento es brutal, algunas zonas se multiplican por diez, sobre todo las más cercanas a la oferta de sol y playa, llamadas Vejer-Costa. El núcleo de El Palmar, a 12 kilómetros del centro, cuenta en invierno con una población inferior al millar. Este mes ha superado los 10.000 residentes. El principal hándicap que genera este incremento poblacional, además del empeoramiento del tráfico, es la falta de servicios. Una de las mejores playas de la provincia tiene a pocos metros cientos de inmuebles ilegales, que en algunos casos carecen de alcantarillado o depuración de aguas.

Conil

El paraíso adaptado

Otro ejemplo de la transformación demográfica que vive la provincia en cuanto a población en los meses de verano es Conil. La Villa supera por poco los 21.000 habitantes censados, que se reparten entre el pueblo y las urbanizaciones de Roche, Barrio Nuevo o El Colorado. Esta cuantía se multiplica hasta por cuatro en verano. Según el Ayuntamiento conileño, alcanza los 80.000 habitantes. La movida nocturna, y sus efectos negativos con un incremento de la inseguridad, el ruido y la suciedad, ha sido durante años el principal problema que ha tenido esta población en los meses de temporada alta. Tras la prohibición del consumo de alcohol en la calle el pasado verano, Conil ha cambiado su fisonomía de manera radical. Ya no es aquella ciudad sin ley que muchos recuerdan en veranos anteriores. Eso sí, todavía es palpable el continuo colapso de tráfico. Los servicios sanitarios, de transporte y limpieza, van a lo justo en julio y agosto.

Chiclana

El enorme ejemplo

Según las estimaciones del Plan Director de Residuos, Chiclana ha superado este verano los 214.000 habitantes. Jerez, la ciudad más poblada de la provincia, tiene 200.000. Las últimas cifras oficiales que maneja el Ayuntamiento hablan de que la población censada de forma fija es de 81.194 habitantes. El auge de la construcción permitió que la localidad se sitúe a la cabeza de la recepción de población en verano. Resulta clave la importante oferta hotelera, con más de 13.000 camas, la mayor de la provincia. Chiclana, además, une su condición de ciudad-dormitorio de fin de semana para habitantes de ciudades cercanas como Cádiz o San Fernando. La multiplicación de la segunda residencia explica también el incremento de población oficial continuado en los últimos años.

Los principales problemas que genera esta situación son la densidad del tráfico y las dificultades de los servicios municipales para atender la demanda. En Chiclana hay más de 15.000 viviendas sin ningún tipo de servicio básico de agua corriente, luz o alcantarillado. Muchos carriles están sin asfaltar y la zona de costa, donde se concentra una gran mayoría de residentes durante estos meses, carece, por ejemplo, de centro de salud, comisaría de Policía o de infraestructuras deportivas públicas.

El Puerto

El atasco de cada agosto

Tiene una población censada de casi 90.000 habitantes. El Ayuntamiento nunca ha hecho un estudio oficial sobre el incremento veraniego, aunque maneja una estimación de 200.000 residentes en agosto.

Según colectivos vecinales y la oposición, lo más problemático es la limpieza. Las barriadas periféricas quedan algo desatendidas. La seguridad (no hay refuerzos de plantilla y sí vacaciones) o el tráfico, con atascos crónicos incrementados tras la peatonalización del centro, son los otros grandes problemas fijos discontinuos.

Sanlúcar de Barrameda

Más coches sin plaza

Al igual que en El Puerto, el Ayuntamiento no maneja un dato oficial, aunque sí una estimación que habla de un número duplicado. De los 66.500 censados todo el año, se pasa a unos 120.000 en julio y agosto. Los problemas (limpieza, atascos, seguridad) son los mismos que en el resto de localidades pero con un agravante, la falta de plazas de aparcamiento en superficie.

Cádiz

Apretados en el autobús

El Ayuntamiento de Cádiz, a través de su primer teniente de alcaldesa, José Blas Fernández, estima que, con datos de la facturación de consumo doméstico de electricidad, el incremento de población entre julio y agosto se sitúa en un 50%. Es decir, de los 130.000 habitantes habituales, la capital de la provincia pasa a rozar los 200.000. Aunque oficialmente no se reconocen dificultades en los servicios, los aparcamientos subterráneos se llenan en fines de semana (el resto del año solo sucede en algunos recintos y en las mañanas laborables) o las líneas más frecuentadas de transporte urbano sufren una evidente saturación en varios tramos horarios.

Rota

La sanidad, desbordada

El Ayuntamiento calcula el incremento de población en verano según la basura recogida. De un censo 'invernal' de 28.000 habitantes, se alcanza un pico de 100.000. El principal problema, en este municipio, es el centro de salud. Solo hay uno. Los vecinos se quejan de que el servicio de urgencias tampoco funciona bien cuando se satura en julio y agosto. Hay una disputa institucional del Ayuntamiento con el Servicio Andaluz de Salud por la construcción de un segundo recinto sanitario público. El gobierno local ya ha empezado las obras con fondos propios y la Junta ha dicho abiertamente que no aportará recursos económicos. Hay problemas de aparcamiento, pese a que se ponen zonas de horario regulado junto en las zonas próximas al centro y la playa de la Costilla.

Chipiona

Once veces más

Durante todo el año, el volumen oficial de residentes es de 18.500 habitantes. En agosto, especialmente alrededor del puente festivo del día 15, los colectivos vecinales estiman que se ha llegado a un pico de 200.000. Supone el mayor crecimiento porcentual de la provincia. La multiplicación resultante es casi por once y Chipiona llega a ser la tercera población con más residentes de la provincia durante unos días, solo por detrás de Chiclana y El Puerto de Santa María, a la par con Cádiz o Jerez. Los problemas que genera esta situación están relacionados, especialmente, con el aparcamiento y la limpieza.