Un coche de la Policía permanece aparcado junto a la entrada del hotel Sofitel de Nueva York donde se produjo el supuesto intento de violación. :: JASON SZENES / EFE
MUNDO

Golpe de gracia a la carrera de Strauss-Kahn

La Fiscalía de Nueva York imputa al director del FMI tres cargos por intentar violar a una camarera

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Algo debió ir mal sin duda en la lujosa suite de a 3.000 dólares (más de 2.100 euros) la noche del hotel Sofitel de Manhattan donde se alojaba el director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn. En su precipitada salida hacia el aeropuerto JFK la tarde del sábado para tomar un vuelo de Air France rumbo a París, no solo se olvidó su teléfono móvil y otros objetos personales. Atrás quedaba un escenario caótico donde la Policía ha encontrado evidencias -algunas de ellas están siendo sometidas a análisis de ADN- que serán decisivas para determinar si el máximo responsable de FMI agredió sexualmente a una camarera de 32 años.

Tras su detención cuando se hallaba cómodamente instalado en un asiento de primera clase diez minutos antes del despegue de su vuelo, la Fiscalía de Nueva York ha desestimado su declaración de inocencia y le ha imputado por un acto sexual criminal, intento de violación y detención ilegal. En medio tremendo impacto causado la noticia, la Justicia estadounidense se mueve con celeridad y está previsto que Strauss-Kahn comparezca ante el magistrado en las próximas horas.

Benjamin Brafman, uno de sus abogados, manifestó a 'The New York Times' que su cliente piensa «declararse no culpable de las acusaciones en su contra». Por su parte, la mujer del director gerente del FMI, Anne Sinclair, ha afirmado que no tiene ninguna duda de que su marido será declarado inocente. «No me he creído ni un solo segundo las acusaciones realizadas contra mi marido», aseguró Sinclair en un comunicado. «No tengo ninguna duda de que su inocencia será establecida».

Según el testimonio policial, el político francés cooperó en todo momento con las autoridades y fue traslado sin esposas a una comisaría de Manhattan destinada a las víctimas de agresiones sexuales donde pasó la noche. Como suele ocurrir en estos casos, le confinaron en una habitación especial por temor a las reacciones violentas que suelen tener otros presos con los delincuentes de este tipo.

El supuesto ataque contra la camarera se produjo en torno a la una de la tarde del sábado cuando esta empleada del hotel Sofitel situado a pocos metros de Times Square entró en la espaciosa suite de lujo con la intención de limpiarla. Accedió a la habitación con naturalidad porque nadie le había advertido que estaba ocupada y tampoco encontró en la puerta ninguna indicación del cliente en ese sentido. Según la mujer, Strauss-Kahn salió del baño completamente desnudo y la persiguió por un pasillo hasta lograr acorralarla en el dormitorio donde comenzó a agredirla sexualmente.

La empleada se defendió como pudo pero no logró evitar ser arrastrada hasta el baño donde el jefe del FMI continuó forzándola. De nuevo, logró zafarse, huyó de la habitación y, alarmada, contó lo sucedido a sus compañeros que de inmediato llamaron a la policía. Tres horas y media más tarde, Strauss-Kahn era detenido por oficiales de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. Mientras, la camarera, cuyo nombre no ha sido desvelado, fue trasladada al servicio de urgencias de un hospital cercano donde recibió atención por «heridas menores», según el parte médico.

El exministro galo ya había estado inmerso en otro 'affaire' en 2008. Entonces, el propio FMI abrió una investigación interna sobre sus relaciones sentimentales con la directiva de uno de los departamentos del organismo. El director general consiguió salir sin cargos de esa investigación tras pedir disculpas por su comportamiento.

Mal momento

Con la economía mundial todavía muy frágil tras la peor crisis económica desde 1930, el escándalo en torno a una figura tan influyente no ha podido llegar en un peor momento, justo cuando la mediación del Fondo Monetario Internacional se había convertido en un factor importante en las negociaciones sobre el ajuste de los planes de rescate para Grecia, Irlanda y Portugal. Precisamente, el director gerente tenía previsto reunirse ayer en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, sobre el segundo proyecto de apoyo al país heleno.

Aunque el FMI se apresuró a emitir un comunicado en el que dice que se mantiene «plenamente operativo» a pesar de la acusación a su director gerente -el número dos, John Lipsky, ha quedado temporalmente al frente-, el organismo monetario pierde a su referente más importante en un momento en que son necesarios acuerdos sobre nuevas medidas para evitar una recaída en la recesión. Con Strauss-Kahn fuera de combate, analistas estadounidenses ven inevitable una lucha para llenar el vacío de poder, con los países en vías de desarrollo queriendo aprovechar la ocasión para dar por terminada la vigencia de esa ley no escrita por la que Europa y Estados Unidos se reparten los puestos de máxima responsabilidad dentro del FMI y su organización hermana, el Banco Mundial.