CÁDIZ

«No saldremos de la crisis mientras cada uno siga yendo por su lado»

El catedrático francés, uno de los referentes intelectuales del progresismo mundial, participó en el debate 'La libertad de Europa' Sami Naïr Sociólogo, filósofo y politólogo

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Sami Naïr (Argelia, 1946) dice que la situación es ésta: «Los mercados financieros especulativos, los accionistas codiciosos y los banqueros sin escrúpulos han provocado una crisis. Pero son los trabajadores y las clases más desfavorecidas los que la están pagando. Y lo van a seguir haciendo. Ése es el horizonte inmediato que nos aguarda». El diagnóstico da miedo, sobre todo teniendo en cuenta que la de Naïr no solo es una de las voces más autorizadas del progresismo internacional, sino también una de las más optimistas. El filósofo, sociólogo y catedrático francés, que asesoró al gobierno de Lionel Jospin entre 1997 y 1999, participó ayer junto a la intelectual y activista Susan George en el ciclo 'Las Tertulias de La Pepa', organizadas por el Consorcio del Bicentenario.

Para equilibrar la dureza de su análisis, Naïr insiste en la receta que lleva años recomendando a la sociedad civil: «Toma de conciencia, movilización ciudadana y cerco a las élites que se benefician de un sistema económico desconectado de la actividad productiva». O lo que es lo mismo: «Resistir, actuar y esperar a que esta victoria del neoliberalismo sea sólo una victoria a corto o medio plazo».

«No, Europa no va a salir fácilmente de la crisis económica, y aún menos de la crisis institucional y política que conlleva. Cuando esto comenzó, había dos posibilidades de afrontar la situación: buscar una salida 'neokeynesiana' al problema, basada en reforzar el estado social y en poner en marcha políticas comunes que incluyeran inversiones estatales, como las que dispusieron los americanos en los años 30 con Roosevelt; y la otra salida, la no progresista, la que se está imponiendo». Esta otra opción, para Naïr, puede resumirse en que «cada país empezó a actuar por sí mismo» y en que «todos han tenido que plegarse finalmente a las decisiones de la derecha alemana». Aunque, de entrada, tanto Sarkozy como Obama parecían partidarios de reformar el sistema financiero internacional, «la canciller se negó en redondo».

Pregunta: «¿El tiempo le está dando la razón a Merkel?». Respuesta: «No. Hemos visto cómo se agravaba la crisis del euro, hemos visto estallar a Grecia e Irlanda, y mañana, probablemente, caerá Portugal. Si cae Portugal, España empeorará rápidamente. Las medidas que se han tomado no van a solucionar nada». Pregunta: «¿Y los ciudadanos, qué pueden hacer?». Respuesta: «El electorado acaba de darle un aviso a Merkel. Es una pequeña esperanza, pero los movimientos progresistas a escala europea deben elaborar un programa común. No saldremos de ésta mientras cada uno siga yendo por su lado. Ésa es la gran responsabilidad de la izquierda, y no estoy muy seguro de que sepa afrontarla».

En lucha permanente

Sobre el futuro de Europa cabe otra gran cuestión: ¿Habrá por fin una reacción de la parte de la sociedad más afectada por la crisis y por las políticas supuestamente dirigidas a solventarla? Naïr considera que «los que se han movilizado contra el recorte de derechos laborales y sociales tienen toda la razón». «Durante estos últimos años se ha hecho patente que aquellos que carecen de una 'defensa' organizada de los logros conseguidos, acaban por perderlos en muy poco tiempo». «Porque estamos en un mundo de lucha permanente». «El sistema también ha demostrado algo aún más peligroso: que puede llegar a aprovechar sus propios fracasos para profundizar en la explotación».