Fiesta doble en la Castrense

El sol se conjuró con la alegría de una parroquia para vivir una jornada cofrade de excepción. Ese puede ser el resumen de lo vivido ayer en la segunda edición de la Tapa Cofrade, organizada por la Hermandad de los Desamparados en la iglesia Castrense. Y es que al acto cofrade se sumó la celebración de la reapertura del templo tras los problemas en las cubiertas que lo han tenido algo más de dos meses cerrado. El sábado se celebró la misa de acción de gracias y ayer el broche de oro lo puso el acto de la hermandad de Gloria.

Sus hermanos no podían ocultar ayer su satisfacción por una jornada que se alargó desde las 13.30 a las 18.30 con degustación de Tapas Carnales como menudo o montaditos de lomo y que contó con la interpretación de marchas de hasta tres bandas diferentes. El acto coincidió además con el primer domingo fuerte en lo que a cultos se refiere. Vera-Cruz, Medinaceli y La Paz celebraban sus funciones principales y la cita en la Castrense permitió completar el día.

Quizás por eso, en la propia cofradía reconocían que se habían superado todas las expectativas e incluso se consumieron todas las existencias. El acto contó con el respaldo del público desde el primer momento del mediodía, cuando la Agrupación Musical Sagrada Cena interpretaba sus primeros acordes.

A la fiesta se sumó además el Vicario General del Arciprestazgo Castrense, Pablo Panadero, presente en la ciudad por la misa de acción de gracias del día anterior. Ese mismo día, el sábado, Desamparados celebró una misa conmemorativa del 25 aniversario de la recuperación del culto a la Virgen. Un acto religioso que se repitió a las 18.30 de ayer en el que los hermanos de la cofradía se acercaron hasta las plantas de la titular de Gloria para rezarle una salve de agradecimiento por el día celebrado en el patio de la Castrense.