El cuerpo de Antonio Alonso, guardado en un féretro, es sacado de su vivienda, donde se originó el fuego. :: MIGUEL GÓMEZ
CÁDIZ

Un minusválido muere calcinado en un incendio originado en una vivienda del centro

La hipótesis más sólida es que un cigarro prendió la silla donde estaba la víctima, que falleció abrasada y sin poder escapar

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Un minusválido de 53 años apareció ayer calcinado en su casa del casco antiguo de Cádiz -número 27 de la calle Rosario- al incendiarse el sillón eléctrico en el que estaba sentado. La víctima se llamaba Antonio Alonso, tenía dos hermanas, era soltero y ex marino; una profesión que tuvo que abandonar por su enfermedad. Un cigarrillo parece ser la causa de un incendio que estuvo activo durante horas sin que nadie se percatara de lo que ocurría. Apenas hubo llamas y cuando los bomberos accedieron a la vivienda tuvieron que entrar reptando y sin visibilidad alguna porque el inmueble estaba inundado de humo. Uno de los efectivos tuvo que ser asistido por inhalación al averiarse su equipo de respiración autónoma.

El vecino fallecido sufría de esclerosis múltiple. Apenas tenía movilidad y ni siquiera bajaba a la calle, indicaron fuentes familiares. No vivía solo. Tenía un cuidador, de nacionalidad ecuatoriana, que estaba con él las 24 horas. Sin embargo, cuando se produjo el incendio no se encontraba en la casa. Había salido un momento a recoger una cita del dentista para la víctima. En ese intervalo de tiempo que estuvo ausente, se desencadenó la tragedia.

La hipótesis más sólida es que el fallecido se encendió un cigarro y por causas que se desconocen prendió en el sillón y se originó un fuego que terminó calcinando al vecino, que pudo haber perdido la consciencia por inhalación de humo. Por la calcinación del cadáver, los bomberos descubrieron que había estado expuesto bastante tiempo al fuego. Esa conclusión la refuerza el estado en el que se encontraba la vivienda cuando accedieron los especialistas: llena de humo y sin apenas carga de calor que hubiera provocado desprendimientos de techos. Tan pequeño fue el fuego que apenas afectó a una mesa camilla que estaba a medio metro del fallecido y que solo tenía un poco quemado el mantel.

Los bomberos recibieron el aviso a las 12.20 horas. Aunque una vendedora de cupones que siempre está en la esquina de Columela con Rosario aseguró que desde las diez de la mañana ya olía a quemado, pero que el humo empezó a verse a eso de las doce, que fue cuando unas personas que pasaban por la calle dieron la voz de alerta. Por eso, se cree que durante esas horas estuvo activo el fuego sin que nadie se percatara.

La causa del cigarrillo también la maneja la familia de la víctima, que confirmaron que Antonio fumaba muchísimo. Y, en cambio, se descarta que el origen del siniestro fuera eléctrico porque aunque había un radiador y una estufa de butano, estaban desenchufados.

Aunque los bomberos estaban muy cerca -en la calle Beato Diego- y pudieron llegar en apenas tres minutos, volvieron a encontrarse con dificultades para acceder al lugar del siniestro. Tres vehículos estaban mal aparcados. No es la primera vez que los bomberos se encuentran con obstáculos en el centro de Cádiz.